“¿Tan difícil es que el Consistorio ponga orden en el Consistorio?”, esa es la pregunta que se hacen desde el Restaurante Skina, uno de los establecimientos gastronómicos de mayor prestigio en la localidad que cuenta incluso con una estrella Michelin. La polémica gira en torno a la difícil convivencia con la Hermandad del Rocío de la localidad, que tiene su sede en los aledaños del restaurante. El dueño del establecimiento, Marcos Granda, ha contado con el apoyo de los otros dos chef de la localidad que cuenta con dicho reconocimiento, Francisco García, de ‘El Lago’, y Dani García, de ‘Bibo’. Granda dejó claro que “ante todo, reproches al equipo de Gobierno, ninguno, que no se posicionan ni de un lado ni de otro”, pero si exige “una solución al problema”. Para Granda no es “un tema político”, “el miedo que tengo es que esto siga ascendiendo” añadía.
Desde este mítico restaurante de la ciudad, que lleva ya once años haciendo las delicias de los paladares de turistas y vecinos de Marbella, han señalado que “la restauración exige mucho sacrificio”, algo que se está viendo “comprometido” por los “ruidos y molestias” que desde la entidad religiosa se estarían produciendo.
Este establecimiento ha pedido, a quien competa, que “actúen sin demora”, “una llamada a la Policía Local debería bastar”, señalando que “una advertencia a tiempo es mejor que una multa”. Unas advertencias más vinculadas al comportamiento de la Hermandad que con la actuación policial, ya que el dueño de Skina apuntó que en todo momento ha contado con la colaboración “de la Policía Local” e incluso del propio Jefe de este cuerpo de seguridad municipal, quien incluso “se personó el pasado viernes” en el lugar.
Desde Skina cuentan con informes técnicos en los que se recogen que la Hermandad llega a sobrepasar en “41 decibelios” los límites de ruidos establecidos en las ordenanzas municipales, señalando que extralimitarse en “diez, puede precintarse el local”. Por todo ello, se trata de una situación por la que el restaurador se encuentra “bastante preocupado” y que incluso afecta a su vida personal.
Granda señaló que “es un tema municipal”, “hay unas ordenanzas que nadie puede exceder”. Una cuestión que se plantea difícil y que ha llevado incluso al chef a denunciar a la Hermandad, una situación “a la que no le hubiera gustado llegar”.