Hace un cuarto de siglo la Escuela Oficial de Idiomas de Marbella abría sus puertas en el municipio, y lo hacía en los bajos del estadio municipal, unos estudios que comenzaron con 900 alumnos y que ahora, 25 años después, se han incrementado hasta llegar casi a los 2.000. Por aquel entonces, estudiantes y profesores compartían cinco aulas sin ventilación, hasta que en el curso 94/95 se trasladaban a las actuales dependencias, en Huerta de los Cristales, llevando consigo los problemas que ya arrastraban en la primera de las instalaciones, la falta de espacio. El 26 de este mes la escuela ha organizado una jornada de puertas abiertas para conocer los entresijos del centro, una iniciativa en la que los asistentes podrán comprobar que, a pesar de ser el segundo centro de la provincia en volumen de actividad, no cuenta ni con sala de profesores ni salón de actos. Esta falta de espacio en la que conviven los alumnos, hace que además cada año se queden fueran, principalmente en la lengua inglesa, solicitantes. En este curso que arrancaba el pasado septiembre, los rechazados superaron el centenar, y aunque tanto la formación del profesorado que imparte clase en la escuela, como las nuevas tecnologías están actualizadas con las últimas novedades -de hecho, ahora mismo están trabajando en la elaboración de un libro electrónico- la falta de espacio y el estado de las instalaciones roza el suspenso en la escuela. Su directora Fernanda González explica que una de las cuestiones que más le preocupa al profesorado es que el centro no está adaptado a las necesidades de las personas con discapacidad, además de que están acarreando también problemas de salubridad. “Aunque la Escuela de Idiomas cuenta con unos equipos de nuevas tecnologías perfectamente actualizados, al igual que la formación del profesorado, las instalaciones siguen siendo el problema”, subrayaba González. Por ello, cuando se cumplen las bodas de plata de este centro en Marbella, la comunidad educativa sigue reclamando más espacio y mejoras en su actual emplazamiento.
Irene Catalán
Pero no sólo la necesidad de la mejora de sus instalaciones copan las peticiones de la escuela marbellí, ya que también requieren a la administración competente, la Junta de Andalucía, la implantación del idioma del ruso en el centro. “Muchos alumnos nos dicen que el ruso se ha convertido en un punto esencial para encontrar un trabajo”, explica a este medio la directora, de hecho, es el segundo año que el Gobierno andaluz no atiende esta petición, a pesar de que es una demanda de hace años por parte de los alumnos, por lo que mucho optan “por las clases en centros privados para poder recibir esta formación”.
LAS BODAS DE PLATA DE LA ESCUELA
Pero a pesar de estas carencias los profesores que imparten los idiomas en Marbella se implican en todas aquellas actividades que atañen a la escuela con el objetivo de que los alumnos y el resto de la ciudad conozcan las iniciativas que llevan a cabo. La última, ha sido la finalización de un curso intensivo de diversidad funcional motórica, como parte de la continua formación de la que forman parte.
Además, con motivo de la celebración de su 25 aniversario, el próximo martes 26, han organizado unas jornadas de puertas abiertas para que se pueda conocer la escuela desde dentro, donde también habrá talleres con actividades destinadas a conocer la cultura de cada país. La gastronomía y lo historia formarán parte de estos talleres; es más, en el caso del árabe habrá tés típicos de esta cultura. La jornada se celebrará durante todo el día de 11.00 a 13.00 horas en horario de mañana y de 17.00 a 20.00 horas por la tarde. La escuela ha preparado también una cena para mayo con los alumnos del centro.
