La flota pesquera de Marbella sigue plantándole cara a la emergencia sanitaria causada por el coronavirus y, como actividad esencial dentro del estado de alarma, redobló ayer sus trabajos con la incorporación plena de las ocho embarcaciones de la modalidad de cerco, que no salían a faenar desde que el pasado 1 de marzo cuando comenzaron la parada biológica fijada como medida para contribuir a la sostenibilidad marina y a la regeneración de las especies.
El presidente de la Cofradía de Marbella, Manuel Haro, hace un llamamiento a la ciudadanía para que “en estos momentos difíciles siga confiando en consumir pescado fresco de la lonja de Marbella, apostando por una alimentación saludable y apoyando al sector pesquero y a las pescaderías locales de los mercados municipales y los barrios, muchos de los cuales están ofreciendo la posibilidad de la compra a través de teléfono, WhatsApp o Facebook y están sirviendo los pedidos a domicilio. Con todas las dificultades, pero nosotros estamos pescando y las pescaderías locales vendiendo, nuestros vecinos y vecinas siguen teniendo el pescado fresco de Marbella a su alcance”.
A pesar de la vuelta a la actividad del cerco y a que se mantienen las tres subastas habituales en la lonja, “en la actual crisis, tras el cierre de restaurantes y hoteles, la situación para la flota pesquera tradicional es crítica, muy difícil, soportamos una caída de los precios de hasta un 60% que nos pone entre la espada y la pared. Seguimos pidiendo más implicación y medidas de apoyo a las administraciones”, resalta Haro.