Para detectar el daño renal es aconsejable realizar, una vez al año, un examen de sangre y orina una vez al año
La Sociedad Española de Nefrología (SEN) estima que un 10% de la población padece algún grado de la Enfermedad Renal Crónica (ERC). La insuficiencia renal se produce cuando los riñones, encargados de eliminar las impurezas de la sangre, no realizan bien esta función. Se trata de una patología de alta prevalencia en la población que suele pasar desapercibida en las primeras etapas debido a la ausencia de síntomas. “Cuando no funcionan bien, pueden aumentar los desechos en la sangre, generar complicaciones como hipertensión, anemia, huesos débiles, desnutrición y enfermedades cardiacas o vasculares. Estos problemas pueden darse lentamente en un tiempo prolongado, muchas veces sin síntomas”, explica el doctor Alberto Marañés, Jefe del servicio de Nefrología del Hospital Quirónsalud Marbella y Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar.
Esa naturaleza “silenciosa” en las primeras etapas de la ERC es la causante de que la enfermedad pase desapercibida para la mayoría de las personas. Sin embargo, su detección depende tan solo depende de una simple analítica de sangre. “La mejor manera de diagnosticarla es hacerse un examen de sangre determinando niveles de creatinina y de orina donde se comprueba si hay sangre, leucocitos o albumina lo que ayuda a detectar el daño renal en etapas tempranas. Es especialmente recomendable para personas afectadas de diabetes y/o hipertensión”, detalla el experto.
Precisamente las causas más frecuentes de la Enfermedad Renal Crónica (ERC) son la Diabetes Mellitus y la Hipertensión arterial. Debido a que ambas patologías son cada vez más habituales en nuestra población, se ha registrado un crecimiento exponencial de la enfermedad, con mayor incidencia en países desarrollados debido a la incorporación de hábitos de vida poco saludables.
La función de los riñones es vital para nuestro organismo. Además de eliminar los desechos y líquidos extra del cuerpo, ayudan a controlar la presión arterial, el metabolismo de los huesos, a prevenir la anemia y a mantener el equilibrio de sustancias químicas en la sangre como el sodio, potasio, el fósforo y el calcio. En palabras del doctor Alberto Marañés, es fundamental “cuidar de la salud de los riñones”. Para ello, el especialista propone unas pautas “fáciles de incorporar sin esfuerzo” a nuestra rutina diaria como es el caso de “evitar la obesidad, cuidar la diabetes y la hipertensión arterial, someterse a revisiones médicas, respetar las horas de descanso, eludir los excesos de cualquier tipo, especialmente en la alimentación, practicar actividad física y beber unos dos litros de agua al día».