Si hay una delegación que no se ha visto exenta de polémica desde que comenzara la andadura del tripartito en Marbella ha sido la de Derechos Sociales; la concejalía capitaneada por Victoria Morales ha tenido que enfrentarse a más de un escollo en los últimos meses, donde sin duda, uno de los que más controversia ha producido entre la ciudadanía ha sido el cierre del comedor de Ser Humano, que desde el pasado 31 de diciembre dejaba de prestar este servicio. Desde el PP ponían la voz de alarma ante la situación en la que se podrían quedar las personas que usaban el programa ‘Alimentamos + Vidas’ -unas 400 familias- y lo hacían a través del que fuera concejal de Bienestar Social en la anterior legislatura, Manuel Cardeña, quien afirmaba que del 1 al 4 de enero, estos usuarios no habrían sido atendidos por el Ayuntamiento. Morales salía al paso de estas afirmaciones indicando, durante la rueda de prensa del balance de su delegación, que “es falso que no se esté atendiendo a las personas que lo necesitan y que actualmente son unas 150 las que comen en los centros de personas activas con total normalidad”, explicando también que “están teniendo citas con los trabajadores sociales para poder concederles ayudas económicas de emergencia. Nos seguimos encontrando con hechos insólitos y curiosos al respecto, como que la propia presidenta hizo entrega de certificados de atención a familias en los que solicitaba ayuda para una de cinco miembros y a la vez, para un niño de siete años de esa misma familia”, recordando que desde la delegación se está recabando información “para aclarar todas estas contradicciones”.
Irene Catalán
El conflicto con esta ONG no es el único problema desencadenado desde el inicio del tripartito, un ejecutivo Local denominado por la propia formación de izquierdas como ‘un gobierno por y para la gente’, ya que se ha tenido que enfrentar a las quejas de los colectivos de mayores. Por un lado, la Junta Directiva del Centro Encarna Cantero de Marbella se concentraba en las puertas del Ayuntamiento por el retraso de la adjudicación de la cafetería de este centro de mayores, una concesión que a día de hoy aún no se han hecho, según explicaron a este medio desde el centro de mayores, desde donde precisaban que “no sabemos cuando se hará, aunque esperamos que sea pronto”, subrayaban.
A estas reivindicaciones se unía la decisión de otro colectivo de mayores, el de Santa Marta, cuya Junta Directiva dimitía en bloque, una decisión personal tomada por la que fuera presidenta, Aurora Pérez, y que fue apoyada por el resto de la junta. Esta decisión fue motivada por un cúmulo de situaciones, entre las que se encontraban el no entendimiento con el actual equipo de Gobierno y la falta de espacio de sus instalaciones fue una de las causas determinantes para esta decisión, ya que el colectivo cuenta con apenas 95 metros cuadrados, que tienen que compartir con casi 300 usuarios. “El baile teníamos que hacerlo, cuando podíamos, en la terraza, nuestras instalaciones no son suficientes, y entre que el entendimiento no ha llegado porque no hemos tenido ningún tipo de respuesta por parte del Ayuntamiento y por mis circunstancias personales, he tomado la decisión de abandonar la presidencia”, explicaba a este medio en su día la que fuera presidenta de los mayores de este colectivo, quien además afirmaba no entender el porqué otros centros de mayores del municipio, como el de Miraflores o Encarna Cantero, “si disponen de las instalaciones idóneas y el de Santa Marta no”. A nuestro hogar se les denomina espacio polivalente, y la verdad no entendemos esa calificación porque la realidad es muy distinta”, lamentaba.
La ampliación de las instalaciones de este centro de mayores fue comprometida y ejecutada por el anterior equipo de Gobierno del PP en un local contiguo, que según recordó Pérez ya está acondicionado pero aún no se les ha entregado por parte del tripartito.