Madrid se tiñó ayer de rojo y gualda con motivo de manifestación que habían organizado PP y Ciudadanos y a la que se sumó Vox en contra de las concesiones a los independentistas catalanes y con el fin de reclamar elecciones anticipadas. El baile de cifras sobre el seguimiento de esta manifestación osciló entre los 45.000, según la delegación del Gobierno, y los 200.000, según los convocantes. Una cifra en la que Marbella también tuvo representación, superando el centenar.
El Partido Popular fletó un autobús pero además hubo miembros tanto de esta formación como de Ciudadanos que se desplazaron hasta la capital española para participar en este movimiento por la ‘Unidad de España’.
Durante la manifestación se evitó cualquier símbolo partidista o político que no fuese el de la bandera de España. Con el fin de restar protagonismo a los partidos, el manifiesto lo leyeron los periodistas Carlos Cuesta, María Claver y Albert Castillón, asegurando que las tres formaciones decidieron hacerlo así con el fin de “poner el acento en lo que nos une a todos, dejando las legítimas diferencias entre ellos fuera de esta plaza”.
En el documento se referenció que “quienes defendemos sin complejo la unidad de España y mostramos nuestro hartazgo por las cesiones y bandazos permanentes del Presidente del Gobierno ante los secesionistas catalanes hemos sido convocados a esta magnífica plaza de Colón”.
El rechazo a “poner en peligro la unidad territorial”, la reivindicación de que “la soberanía nacional pertenece al conjunto del pueblo español”, la defensa “de la Constitución del 78”, “del Estado de Derecho como garantía de nuestras libertades individuales”, “la igualdad de todos los españoles ante la ley y el principio de solidaridad entre Comunidades Autónomas”, articularon el manifiesto leído ayer en Colón que terminó con un ¡Viva la Constitución!¡Viva España!
RESPUESTA DE PEDRO SÁNCHEZ
Ante la concentración del día de ayer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmó que “este Gobierno trabaja para unir a los españoles y no para enfrentarlos como hacen las derechas. En la democracia hay más alternativas. La nuestra no es cara o cruz. La nuestra es la convivencia, el diálogo y la ley para Cataluña y para España”, al tiempo que pidió “menos crispación y más responsabilidad”.
