23.9 C
Marbella
martes, julio 15, 2025
- Advertisement -spot_img

Marbella, Estepona, Tarifa y Almuñécar, desbordadas por el alga asiática mientras el Gobierno de Sánchez sigue sin actuar

Must read

Los Ayuntamientos costeros andaluces denuncian el abandono institucional ante la expansión del Rugulopteryx okamurae, una plaga marina que amenaza al turismo y que están afrontando solos con fondos propios

La presencia masiva del alga invasora Rugulopteryx okamurae, también conocida como alga asiática, está provocando una crisis medioambiental y operativa en buena parte del litoral andaluz. Municipios como Marbella, Estepona, Manilva, Tarifa, Almuñécar, Nerja, Rincón de la Victoria, Vélez-Málaga, Motril o La Línea se ven obligados a desplegar costosos dispositivos de limpieza para contener los efectos de esta plaga, ante la total inacción del Gobierno de Pedro Sánchez, que vuelve a desentenderse de un problema de competencia estatal.

En Marbella, la situación se repite por quinto año consecutivo. El Ayuntamiento ha activado un plan especial para la recogida de toneladas de alga que se acumulan a diario en el litoral, coincidiendo con la temporada alta. El problema, lejos de remitir, se agrava cada verano, con un gasto que ya supera los 700.000 euros anuales para las arcas municipales.

La retirada requiere medios mecánicos, operarios adicionales y un refuerzo logístico constante. Todo ello asumido en solitario por el Consistorio, a pesar de que la competencia de actuación en aguas marítimas exteriores corresponde al Estado. La petición de que el Ministerio para la Transición Ecológica actúe en alta mar para frenar la llegada del alga ha sido reiterada por varios municipios, sin respuesta alguna.

El alga, una amenaza regional sin respuesta nacional

El alga asiática llegó a las costas andaluzas hace más de una década, pero ha sido en los últimos cinco años cuando su proliferación se ha disparado. Su rápida reproducción, su resistencia y su capacidad para cubrir fondos marinos y desplazar especies autóctonas la han convertido en una amenaza medioambiental de primer orden, con consecuencias económicas y ecológicas.

En Estepona, Tarifa, Manilva y La Línea, los alcaldes han manifestado públicamente su malestar por el abandono del Gobierno central. En la costa tropical granadina, municipios como Almuñécar, Motril y Salobreña también soportan el impacto, con playas cubiertas de algas que deterioran la imagen turística y obligan a reforzar los servicios de limpieza.

La misma situación se vive en Rincón de la Victoria, Vélez-Málaga o Nerja, donde las brigadas municipales no dan abasto para retirar toneladas de biomasa marina cada semana. Y todo ello sin que el Gobierno de España haya habilitado ni un euro en ayudas directas, ni un plan de coordinación, ni una hoja de ruta para atajar este problema desde su origen.

El silencio del PSOE local y la falta de fondos

En Marbella, la portavoz del PSOE, Isabel Pérez, y la diputada socialista por Málaga —que además forma parte del Ayuntamiento— siguen sin alzar la voz ante su propio Gobierno, evitando exigir públicamente lo que miles de vecinos y visitantes reclaman: una intervención estatal inmediata para frenar la llegada del alga invasora.

Mientras tanto, la alcaldesa Ángeles Muñoz y el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Marbella han tenido que redoblar esfuerzos técnicos y presupuestarios para proteger las playas, a sabiendas de que el Gobierno central sigue sin implicarse y sin asumir una mínima responsabilidad institucional.

Andalucía costera no puede más

Desde el litoral andaluz se lanza un mensaje claro: los Ayuntamientos están completamente solos ante una emergencia ambiental que les sobrepasa. El alga ya no es un problema puntual, sino estructural, que requiere:
• Un plan estatal urgente de retirada en alta mar, en coordinación con Puertos del Estado y Capitanías Marítimas.
• Ayudas económicas directas a los municipios que están soportando la limpieza.
• Un plan científico-técnico nacional de erradicación o contención.
• Y compensaciones económicas y turísticas por el impacto que sufren las localidades afectadas.

El Gobierno de Pedro Sánchez no puede seguir mirando hacia otro lado mientras las playas de Andalucía se deterioran, el turismo se resiente y los Ayuntamientos asumen competencias que no les corresponden. Marbella, y el conjunto del litoral andaluz, merecen atención, recursos y respeto.

- Advertisement -spot_img
- Advertisement -spot_img
- Advertisement -spot_img
- Advertisement -spot_img
- Advertisement -spot_img
- Advertisement -spot_img
- Advertisement -spot_img

Latest article