El equipo de Gobierno informó esta mañana, a través de su portavoz, Javier Porcuna, informó de la aprobación en este órgano “de la presentación, a instancias de la Delegación de Proyectos Estratégicos, de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado de Marbella” Se trata de la concurrencia a un programa sufragado mediante Fondos Feder dentro de la iniciativa EDUSI (Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado), según apuntó Porcuna, un proyecto que asciende a un montante total de casi 18.750.000 euros, solicitándose a estos fondos de origen europeo 15 millones, mientras que el reste serán aportados por el Consistorio. Dentro de los objetivos temáticos previstos por el Ayuntamiento para la EDUSI se han establecido varias líneas estratégicas que son la administración electrónica: Smart City, la eficiencia energética y renovable, el patrimonio cultural, medio ambiente urbano y residuos, y por último, la regeneración económica y social de zonas desfavorecidas. Para cada una de estas áreas se solicitarán cantidades distintas, correspondientes, respectivamente, a 2’8, 4’6, 6 y 5’2 millones de euros.
B. Sánchez
En definitiva se trata de un Plan Estratégico, rubricado como ‘Marbella, modelo de Movilidad Sostenible del Mediterráneo’, a desarrollar entre 2016-2022, contando cada año con cantidades distintas ya que se trata de diferentes proyectos que se “irán complementando entre sí”.
Mañana termina el plazo de presentación y a partir de este momento habrá que estar a la espera definitiva de lo que acuerde la Unión Europea para conocer finalmente los proyectos concretos a los que podrá aspirar nuestra ciudad, en base a la resolución final que se conocerá a lo largo de 2016.
Los Fondos Europeos para EDUSI, sustituyen al anterior Plan URBAN, y en esta ocasión la diferencia viene marcada porque no se valorará tanto “los proyectos, sino la estrategia en su conjunto”, explicó el responsable municipal.
Porcuna señaló que “en el caso de Marbella, queremos favorecer, especialmente, la creación de un sistema de atención al ciudadano y de ciudad inteligente; el desarrollo tecnológico de la ciudad y acercar a los vecinos la administración electrónica; por supuesto, también la eficiencia energética, con las energías renovables, lo que va a permitir el paso de una economía baja en carbono, uno de los objetivos de los proyectos europeos –precisó el portavoz-, y el mantenimiento de un patrimonio cultural así como la creación de un empleo social”.