María Auxiliadora volvió a recorrer las calles de Marbella un año más sembrando el fervor entre sus fieles. El trono, portado por setenta y niños y niñas de cuarto de la ESO de los colegios que llevan su nombre, llenó las calles de nuestra ciudad repletas de vecinos que aplaudían y vitoreaban a la auxiliadora de los cristianos. En el día grande de los Salesianos, la Virgen estuvo acompañada por la Agrupación Musical de la Pollinica y por un cortejo de alumnos de todas las edades de los colegios María Auxiliadora I y II, además de por representantes de otras hermandades de la ciudad y por ediles del Partido Popular, entre ellos la líder de los populares, Ángeles Muñoz, que acompañó a la Auxiliadora en todo su recorrido. El alcalde de la ciudad, José Bernal, asistió a la salida de la procesión para realizar una ofrenda floral y hacerse la foto.
B. Sánchez
A la salida de la Sagrada Imagen sonaba el Himno de España y la Auxiliadora salía al encuentro con los vecinos de Marbella, entre ellos numerosos ex alumnos y alumnas, y es que no era raro encontrarlos a lo largo del recorrido ataviados con sus medallas.
Uno de los momentos más emotivos del recorrido llegó a su paso por la Hermandad del Nazareno, que realizó una ofrenda floral a la Virgen que fue mecida por sus portadores a la llegada a la Casa Hermandad del Señor de Marbella.
Continúo su recorrido la Auxiliadora, que este año tuvo que alterar su recorrido por las obras ejecutadas en el entorno de Puente Málaga. En calle Peral y en el entorno del Ayuntamiento se concentraron numerosos fieles que copaban el centro de la ciudad para abrigar a la venerada imagen.
Aunque, sin duda, el momento más emotivo se viviría en calle del Carmen, donde tuvo lugar la ‘petalá’, en la que un manto de flores calló sobre la Virgen mientras era mecida por los alumnos.
Entraba el trono a la plaza de la Iglesia para encerrarse en la Encarnación entre las lágrimas de emoción de sus portadores, que vivían un momento lleno de emoción que representa su despedida del colegio y su apertura de un nuevo ciclo educativo.
Antes de recogerse, ex alumnas del centro cantaron a la Virgen unas sevillanas que llevan su nombre y, entre el repique de campanillas de alegría, María Auxiliadora se despedía de sus fieles hasta el próximo año regresando a la Encarnación.
