El Dauphiné no ha sido una carrera más para Cofidis. Un botín colectivo importante, con dos etapas y el maillot verde de Bouhanni, y el buen sabor de boca de una gran imagen como equipo dan una inyección de moral cuando se acerca la parte más importante de la temporada. Y uno de los ocho hombres partícipes del éxito fue Luis Ángel Maté. El marbellí, que fue de menos a más tras arrastrar problemas estomacales en la jornada inicial, acaba contento con el trabajo realizado: “Me llevo sensaciones muy positivas. La pena el dolor de estómago, porque el primer día lo pasé fatal. Después, en las dos etapas de Bouhanni hice mucho trabajo de control. Estamos empezando a controlar las carreras y, lo que es mejor, a rematarlas”, explica Luis.
Redacción
Después, en la montaña, Maté volvió a mostrarse entre los más fuertes, ya recuperado su nivel y sin dolencias de ningún tipo. La penúltima jornada, etapa reina, se filtró en la fuga del día: “La cogimos desde atrás. Delante iba otro grupo, Dani y yo arrancamos en el puerto con varios corredores más y formamos un corte interesante. Peleamos para ganar la etapa y fue un gran duelo durante dos horas. Finalmente no se pudo, pero estuvimos muy presentes”.
La etapa final fue, por resultados, la mejor para Luis. Fue 22º y se mantuvo casi hasta el final con los ‘gallos’: “Pese al trabajo de días anteriores, me encontré muy bien. Creo que ese es mi nivel y así lo demostré. Así que todavía más contento, porque esto me confirma que la forma era buena”.
Desde hoy, Maté estará en Sierra Nevada y, tras un breve paso por Marbella, partirá a Cáceres para el campeonato de España en ruta, su próxima competición. Previsiblemente, el ‘9’ de Cofidis para el Tour saldrá del papel que hagan sus corredores en los nacionales, además de todo el calendario previo.