Luis Ángel Maté volvió a ser protagonista en la Route du Sud. El marbellí, que se acaba de recuperar de una faringitis, demostró de nuevo en una fuga numerosa su buen estado de forma logrando un quinto puesto en meta. La victoria de etapa fue para Loubet (Armée de Terre), que se fue en solitario a 20 kilómetros para la llegada. Tras esta etapa, Maté consiguió 5:35? de ventaja con respecto al pelotón, que le colocan como a uno de los hombres a vigilar de cara a la clasificación general de una prueba que solo cuenta con tres jornadas más. “Uno nunca deja de sorprenderse en este deporte. Llevaba toda la semana malo, con antibióticos, sin entrenar desde Luxemburgo y que un poco más y no vengo a disputar la prueba. Contra todo pronóstico me he encontrado bien durante todo el día, he podido atrapar a la escapada y al final Loubet que iba muy fuerte se nos escapó. Pero estamos contentos con las sensaciones. Ahora a pensar en el siguiente y a ir mejorando cada día”.
La fuga, que se formó en el primer puerto de la jornada, estuvo altamente representada por los equipos del pelotón. A excepción de Astana y Cannondale, todos los equipos tuvieron, al menos, un hombre en el grupo delantero. Eso favoreció a que la escapada llegase, ya que el pelotón no marco un ritmo fuerte para neutralizarles y la ventaja fue aumentando con el paso de los kilómetros.
A unos 27 kilómetros para la llegada, Loubet (Equipe Armée de Terre) atacó y se fue en solitario en busca de la victoria. Detrás, el grupo de Maté fue atrapado por otro grupo en el que estaba su compañero Anthony Perez, vencedor de una etapa en el Tour de Luxemburgo.
Las ventajas de Loubet con el grupo de Maté llegaron a ser de 1:30”. Sin embargo, en los últimos kilómetros se estabilizaron sobre los 30” pero no fueron capaces de neutralizarle. El francés consiguió completar su hazaña y Maté fue quinto en Saint-Pons-de Thomières.
