El Ejecutivo de Sánchez está llevando a cabo los traslados de arena a otros litorales en un periodo especialmente turístico para la Costa del Sol cuando aún quedan seis meses para el verano
“Desvestir un santo para vestir otro”, así podríamos describir coloquialmente al plan que la Demarcación de Costas puso en marcha la pasada semana, y es que la iniciativa consiste en el traslado de arena de unas playas a otras dentro de la provincia de Málaga. Una operación que se está llevando a cabo en plena época navideña, cuando los turistas abundan en la Costa del Sol, y cuando aún quedan seis meses para el verano.
Un procedimiento, además, ejecutado sin dragas y que contará con una inversión de más de dos millones de euros procedentes de los fondos europeos Next Generation. El proyecto de los espigones cae, por tanto, de nuevo en el olvido volviendo a recurrir a los aportes de arena como única estrategia para la recuperación de las playas malagueñas.
Cabe destacar que este proceso se verá culminado con el trabajo de limpieza de ayuntamientos que liberarán el litoral de las cañas y la basura acumulada tras el paso de la DANA.
Todas las actuaciones se desarrollarán de forma paulatina hasta el mes de abril, un proceso que no es otro que una tarea de compensación que moverá arena de unas a otras, es decir, de las menos afectadas a las más erosionadas. Además, según apunta el Ministerio de Medio Ambiente y Transición Ecológica estas estarán sujetas a posibles variaciones en función de las dinámicas del litoral y a las necesidades que puedan observarse en el transcurso de las mismas.