Las playas de La Fontanilla y La Venus han vuelto a sufrir en las últimas horas una nueva oleada masiva de algas, acumulándose en la orilla y generando un profundo malestar entre vecinos, comerciantes y turistas.
Sin embargo, lo más preocupante no es la llegada del alga, sino la ausencia total de ayudas o recursos por parte del Gobierno de España, competente directo en esta materia.
Mientras el Ejecutivo de Pedro Sánchez continúa mirando hacia otro lado, el Ayuntamiento de Marbella se ve otra vez obligado a actuar en solitario, asumiendo un trabajo que no le corresponde y que supera claramente las funciones municipales.
Una competencia del Estado que el Estado no asume
La proliferación del alga invasora —que afecta a toda la Costa del Sol— es competencia exclusiva del Gobierno central, tal y como recogen los informes técnicos y la normativa ambiental que regula la gestión de especies invasoras en aguas marítimas.
Pese a ello, siguen sin llegar ni los medios ni los fondos prometidos, ni los barcos de retirada, ni los refuerzos comprometidos hace más de dos años por parte del Ministerio para la Transición Ecológica.
La realidad es clara:
Marbella está sola ante un problema que es estatal.

El Ayuntamiento vuelve a “meterse en el agua” para mantener el litoral en condiciones
Aunque no es su obligación, el Ayuntamiento ha vuelto a actuar con rapidez y responsabilidad, enviando equipos de limpieza a las playas afectadas para retirar manualmente los restos de algas de la orilla, evitando que la acumulación genere malos olores, afecte a los bañistas y perjudique la imagen turística.
La ciudad, que debería estar recibiendo apoyo de la Administración General del Estado, se ve forzada a “bañarse” literalmente para mantener la calidad de sus playas, una situación que se repite año tras año sin que llegue la ayuda estatal prometida.
Indignación entre vecinos y comerciantes
Asociaciones vecinales, hosteleros y negocios de playa recuerdan que la presencia masiva de algas afecta directamente a la actividad económica y turística, y que es inconcebible que Marbella siga cargando sola con un problema que no ha provocado y que no puede resolver sin medios nacionales.
Muchos temen que, de continuar la inacción del Gobierno, los episodios se intensifiquen y terminen erosionando la imagen de excelencia que caracteriza al litoral marbellí.
Exigencia de explicaciones al Gobierno de España
Desde distintos sectores se reclama que el Gobierno explique:
• Por qué no ha activado recursos suficientes para retirar el alga invasora.
• Por qué no ha cumplido las promesas realizadas a los ayuntamientos afectados.
• Por qué Marbella debe asumir con fondos propios un trabajo que es del Estado.
La situación se vuelve aún más incomprensible cuando municipios turísticos como Marbella aportan miles de millones al PIB nacional y, sin embargo, reciben cero apoyo ante una crisis ambiental que depende directamente de Madrid.
Marbella sigue respondiendo; el Estado sigue ausente
Mientras las algas continúan llegando, la diferencia entre administraciones es evidente:
el Ayuntamiento trabaja; el Gobierno central no aparece.
Una vez más, Marbella demuestra responsabilidad, compromiso y capacidad de reacción.
Una vez más, el Estado demuestra dejadez, abandono y falta absoluta de planificación.
Y una vez más, son los ciudadanos quienes pagan las consecuencias.







