El Marbella FC seguirá un año más en la categoría de bronce del fútbol español tras lograr la permanencia en la última jornada de liga. El empate en casa ante La Hoya Lorca bastaba para conseguir un objetivo muy importante para el futuro del club y se acabó logrando aunque con mucho más sufrimiento del esperado a principios de temporada. Este y no otro era el objetivo real del club pero nadie podía imaginar que se conseguiría de esa manera tras la gran primera vuelta que hizo el equipo, la cual le llevó a soñar con lograr una plaza para la próxima Copa del Rey. Los blanquillos llegaron a ser un rival bastante serio y muy difícil de batir dentro del grupo cuarto en la mayor parte de la liga pero en los últimos dos meses de competición todo cambió consiguiendo tan solo cuatro puntos en cuatro empates en casa. Precisamente, los partidos jugados como local han sido el punto más débil del equipo marbellí, que sólo ha obtenido tres victorias ante su afición. Fuera de casa, en cambio, era un equipo muy peligroso y bastante fiable que logró grandes resultados en la primera vuelta, una trayectoria que en la segunda vuelta se ha truncado especialmente en los últimos nueve partidos.
Lo más positivo de la temporada ha sido sin duda el gran ambiente que hubo en el Estadio Municipal en el partido que cerró la competición. Asistieron al encuentro más de 2500 aficionados, algo inusual que sólo se ha conseguido en ocasiones muy especiales. La principal razón de esa gran entrada ha sido la campaña casi agresiva que el club hizo para atraer a los aficionados con buenas medidas como la de las entradas a un euro. A pesar de ello, quedó claro que en nuestra ciudad hay mucha más afición de lo que parece sobre todo entre los más jóvenes, que invadieron el césped para celebrar la permanencia con los jugadores.