Para terminar 2015 quiero rendir un más que merecido homenaje al boxeador marbellí Antonio Benítez «El Chato», uno de los deportistas locales que más ha destacado en el presente año. Las noticias de fútbol y de otros deportes mayoritarios casi siempre eclipsan los éxitos que se consiguen en las disciplinas más minoritarias y por ello deben ser justamente reconocidos como en el caso del púgil local. Y es que hace unos días Benítez logró en Bilbao su octava victoria en su octavo combate como profesional, un gran éxito que le mantiene invicto en el boxeo de pago y que le confirma como uno de los púgiles de peso medio más en forma del panorama nacional. El boxeador marbellí volvió a demostrar su enorme talento y oficio imponiéndose en todos los asaltos de la pelea que le enfrentó al nicaragüense José Miguel Aguilar. Benítez está afrontando la temporada más importante de su carrera desde su debut hace dos años en el boxeo profesional y en todo este tiempo ha superado dos lesiones y ha logrado cumplir la difícil tarea de compatibilizar los duros entrenamientos con su empleo y la conciliación familiar. Sus éxitos se deben fundamentalmente a su reconocido talento boxístico, que ya demostró con creces en la categoría amateur, pero no hubieran sido posibles sin el tesón, la humildad y la enorme afición al boxeo que siempre le han caracterizado.
A todo lo anterior hay que sumarle la confianza y las ganas que tiene de progresar en el ranking nacional del peso medio donde ya se ha consolidado entre los mejores ocupando el puesto número cinco, un logro que le permitirá optar por el título nacional el próximo año. Se trata de un púgil a la vez elegante y valiente que domina sus combates con un recto de izquierdas muy plástico y eficaz al que añade buenas combinaciones y que nunca rehúye la distancia corta. Por todo ello, Benítez merece ya un hueco entre los mejores deportistas del municipio.