El PSOE en Marbella vuelve a demostrar que su hoja de ruta está desconectada de la realidad que viven los vecinos. La portavoz socialista en el Ayuntamiento, Isabel Pérez, ha anunciado que presentará en el próximo pleno una moción para regular el teletrabajo entre los empleados municipales. Una iniciativa que, más allá de los discursos grandilocuentes sobre “modernización” o “conciliación”, no responde a las necesidades urgentes del municipio ni a los graves problemas que el Gobierno de Pedro Sánchez sigue sin atender en la ciudad.
Según Pérez, la propuesta se fundamenta en el artículo 47 bis del Estatuto Básico del Empleado Público y pretende “adaptar la organización del trabajo a los nuevos tiempos”. El PSOE insiste en que el teletrabajo no es una moda pasajera, sino “una herramienta estratégica”. Sin embargo, mientras su grupo local pierde tiempo en debates internos, el Ejecutivo central continúa castigando a Marbella sin inversiones en materia de playas, carreteras, movilidad o seguridad.
La incoherencia socialista es evidente. El Gobierno de Sánchez lleva años sin aprobar unos Presupuestos Generales que contemplen partidas claras para Marbella. Ni el tercer carril en la A-7, ni la liberación de la autopista, ni el refuerzo de efectivos de seguridad en temporada alta, ni mucho menos un plan serio de regeneración de playas forman parte de la agenda socialista. Lo único que se ha recibido en los últimos meses han sido aportes puntuales de arena, insuficientes y arrastrados por los temporales en cuestión de semanas.
Mientras tanto, en el Ayuntamiento de Marbella, el equipo de gobierno del Partido Popular ha impulsado una modernización real con más inversión en equipamientos, mejores infraestructuras y refuerzo de servicios básicos. La verdadera apuesta por la eficiencia y la atención al ciudadano se ha hecho desde la cercanía, garantizando la presencialidad de los trabajadores municipales para dar respuesta inmediata a los vecinos. Pretender implantar teletrabajo de forma improvisada y sin un marco sólido no es más que una ocurrencia que puede poner en riesgo la calidad del servicio público.
El propio texto de la moción reconoce que habría que negociar con los sindicatos, identificar qué puestos podrían teletrabajar, garantizar turnos de presencialidad y supervisar el rendimiento. Todo ello convierte la propuesta en un brindis al sol, más centrado en generar titulares que en ofrecer soluciones tangibles a los problemas diarios de los marbellíes.
El PSOE vuelve a repetir la estrategia que ha caracterizado al Gobierno de Sánchez en los últimos años: desviar la atención con iniciativas secundarias mientras se ignoran las inversiones que Marbella reclama desde hace décadas. Las playas, las carreteras y la seguridad siguen esperando respuesta, pero Isabel Pérez prefiere hablar de teletrabajo.
Con esta moción, los socialistas demuestran una vez más que su prioridad no son los vecinos, sino su agenda partidista. Marbella necesita hechos, no palabras vacías.
