La formación morada está trabajando en una batería de propuestas a incluir en el convenio de 2017 tras denunciar impagos de la organización, a pesar del año récord de asistencia, y en el que le ha sido concedida la Medalla de la Ciudad. Una vez terminado el festival Starlite de este verano surge, un año más, la polémica en torno a este evento en el cual no es oro todo lo que reluce. En este caso, ha sido Podemos Marbella-San Pedro quien ha denunciado como, entre las bambalinas del glamour y el brillo de tanta estrella, se esconden algunos aspectos tan oscuros que casi podrían denominarse de agujeros negros. En primer lugar, el Plan de Autoprotección para incendios forestales ha sido elaborado con años de retraso,sólo tras requerimiento de la Delegación de Medio Ambiente, siendo aprobado el 23 de Agosto. Por tanto, presuntamente se ha celebrado el festival multitudinario sin contar con las medidas de prevención exigidas por ley. Podemos Marbella-San Pedro no quiere ni imaginarse que hubiese ocurrido en caso de provocarse un incendio en los alrededores del evento.
En segundo lugar, la organización ha acumulado retrasos en el pago de la luz y el agua, así como en el pago de licencias urbanísticas. Sólo tras varios requerimientos por procedimiento de embargo y gracias al establecimiento de un plan de pagos fraccionados la organización ha comenzado a pagarlos.
En tercer lugar, el convenio actual no recoge la posibilidad de establecer una discoteca, que es en lo que se ha convertido el supuesto Lounge y zona de bar que sí permite dicho convenio: una discoteca abierta a diario –haya concierto o no– hasta las 6 de la mañana, en un terreno que es de uso socio-cultural y que supone una competencia desleal con otras discotecas de la zona. «No se puede permitir que en Marbella haya empresarios de primera y empresarios de segunda» afirma Podemos.
La organización hace uso del terreno todo el año, a pesar de que el convenio, con un irrisorio canon de 7.000€ anuales, le obliga a dejar libre la zona el 15 de Septiembre. Incluso habría ejecutado obras actuando como propietarios de hecho de un terreno que queda privado al uso de la ciudadanía todo el año, la cual no puede disfrutar de un uso sociocultural del mismo.
En quinto y último lugar, lo más grave para Podemos serían las condiciones laborales en las que siguen trabajando las personas empleadas en este evento, a pesar de que es algo que se viene denunciando año tras año. Jornadas supuestamente de hasta 12 horas diarias, sin apenas días de descanso durante la vigencia de los contratos, sin respetar turnos de trabajo ni posibilidad de conciliación (llegando, supuestamente, a firmar de forma obligatoria, hojas de turno ficticias), cobrando -también presuntamente- más de la mitad del sueldo sin declarar en nómina, sin abonar horas extras (ya que no se declaran) y que en muchos casos no se realizan de forma voluntaria, sin posibilidad de darse de baja laboral dado el riesgo de despidos… En definitiva, en una situación de gran precariedad laboral.
«Lo realmente llamativo es que este año se les ha concedido la medalla de la ciudad» afirma Podemos. Ante estos hechos, la formación morada quiere evitar que siga funcionando lo que ellos llaman «Capitalismo de amiguetes» y solicitará al equipo tripartito de gobierno (PSOE+OSP+IU) que la redacción del nuevo convenio que debe firmarse para 2017 se haga de modo consensuado con todos los partidos políticos.»Desde Podemos se está trabajando ya en un informe de propuestas para entregar al grupo CSSP, al que dicha formación apoya en el municipio, de modo que estén incluidas en la nueva concesión»
Podemos se reitera en que no está en contra de la celebración del evento, que, indudablemente tiene un beneficio a nivel publicitario para la ciudad, pero que trabajará para:
Que sea un evento que respete escrupulosamente, como el mismo convenio ya establece, toda la legislación aplicable vigente (protección del medio ambiente, derechos laborales…)
Que desarrolle su actividad de modo compatible con el disfrute de la zona, que es pública, por todas las personas.
Que se pague un cánon más justo y proporcional a las dimensiones del evento.
«En definitiva, que lo haga aportando una rentabilidad no solo material, sino también sociocultural y generando empleo de calidad en el municipio; máxime cuando se realiza disponiendo de un inigualable espacio que es de titularidad pública. Que se transforme en un evento que sea de verdad merecedor de la Medalla que le fue concedida y del que todos los ciudadanos, y no solo unos pocos, estén orgullosos porque sea útil para la Marbella.»