El Marbella FC respira más tranquilo en la clasificación del grupo cuarto de Segunda B tras vencer a los dos últimos de la tabla y se está reforzando para afrontar la lucha por la permanencia con las mejores armas posibles. Los jugadores que están llegando a la plantilla del equipo local hacen pensar que el objetivo se puede conseguir fácilmente, aunque en una competición tan igualada como el grupo cuarto de la división de bronce nunca hay que confiarse. Además, después del paréntesis que ha supuesto el partido de ayer ante el Melilla, el tercero del grupo, los blanquillos van a jugarse la tranquilidad en los próximos tres partidos con tres de sus rivales más directos en la pelea por la salvación como son el Sevilla Atlético, el Atlético Sanluqueño y el Villanovense.
Los partidos citados van a ser decisivos para saber si el equipo local sufrirá o no el resto de la temporada. De todas maneras, analizando los fichajes realizados hasta el momento, queda claro que tienen calidad y experiencia suficientes para objetivos mucho más ambiciosos. De hecho, tras la llegada de Dani Pérez, han venido otros dos jóvenes y experimentados jugadores como Samu Delgado y Samu De los Reyes, que incluso cuentan con muchos partidos jugados en Segunda División. Además, sus contratos hasta 2020 apuntan a que serán la base del proyecto de la próxima temporada, que se presume ilusionante.
También ha llegado, cedido hasta junio por el Mallorca, el italoargentino Alejandro Faurlín, un veterano jugador con experiencia en varios países y que ascendió a primera división con el Getafe siendo partícipe también del ascenso a segunda de los baleares. Se espera algún que otro refuerzo más antes del cierre del mercado invernal para apuntalar la plantilla, que mientras tanto sigue trabajando con la máxima ilusión desde la llegada de los nuevos dirigentes del club.