El concejal de Obras, Diego López, ha destacado que con esta actuación, que ha comprendido, entre otros, el arreglo del saneamiento, la calzada y las aceras, “se soluciona un problema endémico que tenía la ciudad cada vez que llovía con cierta intensidad, gracias a la colocación de un tanque de tormenta de 60.000 litros con dos motores que son capaces de vaciarlo cada nueve minutos”
El Ayuntamiento de Marbella ha reabierto al tráfico el túnel de Puerto Banús, el que discurre por la calle Juan Belmonte bajo la A-7, tras finalizar una parte de las obras que se están ejecutando para evitar que se inunde cuando llueve. El concejal de Obras, Diego López, ha destacado que con esta actuación, que ha comprendido, entre otros, el arreglo del saneamiento, la calzada y las aceras, “se soluciona un problema endémico que tenía la ciudad cada vez que llovía con cierta intensidad, gracias a la colocación de un tanque de tormenta de 60.000 litros con dos motores que son capaces de vaciarlo cada nueve minutos”.
López ha explicado que la circulación está reabierta en ambos sentidos aunque “con ciertas limitaciones ya que quedan otros trabajos de remate que se seguirán desarrollando en paralelo, pero los pasos para coches y peatones están abiertos de cara a la Semana Santa”. El responsable municipal ha pedido disculpas a los vecinos que se hayan visto afectados “pero eran unos trabajos necesarios que se iniciaron en el pasado ‘puente de diciembre’ con carácter de urgencia y de manera inmediata, después de que cayeran las primeras lluvias del invierno”.

Los trabajos se han ejecutado sobre una longitud de 212 metros y una superficie total de 2.345 metros cuadrados y han consistido, según ha detallado el delegado municipal, en la construcción de “una nueva red de colectores con ocho pozos, albañales anti-ruido y dos buzones absorbentes que mejoren la captación de pluviales y evitan las habituales inundaciones en el túnel cada vez que había precipitaciones de cierta intensidad”. Además se ha elevadola rasante de la calzada en el punto más bajo del paso inferior, donde están los imbornales, “para que esté por encima del punto de evacuación al que van las escorrentías, que está en el arroyo Benabolá, puesto que éste era el principal problema existente al estar antes en una cota inferior y no tener por tanto capacidad de absorción del agua”, ha señalado López.
La obra ha comprendido también la ampliación del acerado en el túnel hasta un ancho de 1,5 metros con barandillas de protección, “para que el paso de los muchos peatones que transitan por este lugar sea seguro”, ha indicado López, añadiendo que “ahora la calzada se reduce hasta los 5,5 metros, y sólo se permitirá que los vehículos pesados circulen en un sentido de la circulación”.