Esta Semana Santa es triste y especial por la desgracia que envuelve a la humanidad y por la situación tan trágica que estamos viviendo. Miles de personas, sienten desconsuelo y soledad ante el fallecimiento de los más queridos. Como Ella, cuando perdió a su Hijo. Dolor, lágrimas y pena. Pena que inunda nuestros corazones y que vemos reflejada en el rostro de nuestra Madre.
Para los cofrades, la estación de penitencia es un momento de recogimiento y oración y una de las ocasiones más esperadas. Este año, la salud y el cuidado del prójimo se anteponen a nuestro día grande, rezando por el regreso de la normalidad.
Nuestro desfile, como cada año, existirá en nuestras entrañas. Sobriedad y silencio nos acompañarán en nuestros hogares y su imagen no dejará de inundar nuestras vidas.
Sentir el abrazo eterno de nuestros hermanos, sentir que estamos juntos y que podemos contar los unos con los otros en tiempos de necesidad ayuda a calmar nuestra angustia.
Soledad, no, no estarás sola. Te acompañaremos siempre, como tú acompañas el cuerpo de tu hijo, el Cristo Yacente. Sentir que dos hermandades se funden en una sola para hacer oración por las calles de Marbella.
Isabel Mata
Hermana Mayor de la Hdad. Ntra. Sra. De la Soledad
