Por si aún no lo sabías te cuento que nací en Argentina y tu dirás ¿y a mí qué? Te lo cuento porque hoy la columna va sobre «LOS VERSOS QUE NOS CONTAMOS»
Donde nací se utiliza el modismo «el verso» aplicándolo en el lenguaje coloquial: cuando una persona quiere impresionar a otra a través de un relato impactante.
Versión proviene del latín versum y es el modo que tiene cada persona de hacer algo o de referirse un mismo suceso.
Esta semana ha sido muy interesante ya que todo me llevo a la misma fuente. LA FORMA EN LA QUE VEMOS LAS COSAS. La visión que podemos tener de una misma historia y las ganas de darle una interpretación que sea una enseñanza o una paliza para el alma.
Y es que todo depende de TI, y hasta aquí todos lo llevamos bien.
Lo cierto es que cuando cada uno cuenta su versión el 90% de las veces se posiciona en un personaje VÍCTIMA o HÉROE.
¿Te suena familiar?
Cuando uno está en la labor de conocerse para poder convivir de mejor manera consigo mismo y, por ende, con el resto de la humanidad, esta «FORMA» de proceder ante las situaciones empieza a diseccionarse.
A tal punto que puedes entender que TU PUNTO DE VISTA es sólo una versión de las infinitas que se podrían narrar y que la tuya, no es la más relevante ni la más lógica, sino simplemente es una más dando lugar como válidas todas las demás versiones aún siendo cuasi fantásticas (al final de cuentas TODO ES POSIBLE).
Y, para que puedas verlo un poco más en profundidad, quiero compartir contigo este pequeño texto que me llegó en esta semana tan especial.
Aquí te lo dejo, se titula:
LA PIEDRA
El distraído tropezó con ella.
El violento la utilizó como proyectil.
El emprendedor construyó con ella.
El campesino cansado, la utilizó como asiento.
Para los niños fue un juguete.
David mató a Goliat y Miguel Ángel sacó la más bella escultura.
En todos los casos, la diferencia no estuvo en la piedra, sino en el hombre.
No existe piedra en tu camino que no puedas aprovechar para tu propio crecimiento.
Si estás leyendo, te amo.