Jaime Molina, el entrenador local que logró ascender al Marbella FC a la división de bronce y mítico exjugador del Atlético de Marbella, ha cogido las riendas de la UD San Pedro para afrontar un nuevo reto profesional en un grupo noveno de Tercera División que conoce sobradamente tras su paso por equipos importantes como el Atlético Malagueño, la Unión Estepona, el Linares Deportivo y el antes citado equipo blanquillo. En esta ocasión asume el difícil reto de salvar del descenso al conjunto rojinegro en una temporada que puede terminar con cinco equipos en la División de Honor Andaluza. Pero Jaime Molina cuenta con los conocimientos y la experiencia suficiente para conseguir la permanencia de los sampedreños.
El técnico local llega en sustitución de Juan Carlos Camacho, que ha hecho una gran labor en el año que llevaba al frente del equipo rojinegro salvándolo del descenso en la pasada temporada. Sin embargo, la permanencia va a estar más cara que nunca en un grupo noveno siempre difícil y competido, que cuenta con equipos históricos como el Real Jaén o el antes nombrado Linares, y el equipo local necesita salir cuanto antes de la zona de descenso para encarar con más tranquilidad un año que se presenta complicado.
El club sampedreño ahora mismo no tiene un presupuesto para aspirar a otro objetivo que no sea la salvación y espera que Jaime Molina lo logre aportando su gran experiencia. En el Marbella FC dejó un muy grato recuerdo por el deseado ascenso y por crear un magnífico grupo humano de jugadores que supieron conectar con la afición tras unos años de penurias en Tercera División. En la categoría de bronce no ha tenido suerte hasta el momeno y sigue siendo un reto pendiente triunfar en ella pero volver a entrenar, aunque sea en tercera, ya supone una motivación apasionante para él como buen profesional que es.
