Mientras se asientan en el Marbella FC los nuevos propietarios, el equipo local está viviendo una delicada situación deportiva que le ha acercado peligrosamente a la zona baja de la clasificación del grupo cuarto de Segunda B. Aunque es muy pronto para preocuparse por la permanencia, los blanquillos deben, cuanto antes mejor, alejarse del peligro y afrontar con tranquilidad una temporada llena de cambios a todos los niveles. Es de suponer, además, que los nuevos dueños tomarán medidas para que el equipo remonte el vuelo si se complica más su mala situación. Al conjunto local le está costando mucho encontrar la regularidad en los resultados y está pagando muy caros sus habituales errores defensivos.
Los blanquillos tampoco están teniendo acierto ni fortuna en ataque y, para más desgracia, se ha confirmado la grave lesión de uno de sus jugadores más importantes, el mediocentro balear Javi Moreno. En la pasada temporada fue una pieza clave para mantener la solidez del equipo en el centro del campo por su experiencia y su enorme trabajo permitiendo así la clasificación para la fase de ascenso. Por todo ello, el club se aseguró su renovación de cara a la presente temporada pero una inoportuna lesión hace dos meses, que en principio parecía un simple esguince de rodilla, ha resultado ser una rotura del ligamento cruzado anterior que le mantendrá fuera de los terrenos de juego durante el resto de esta temporada.
Desde estas líneas, quiero darle muchos ánimos a Javi Moreno y estoy seguro de que se recuperará antes de los seis meses de ausencia previstos. Su baja ya se estaba sintiendo en estos dos meses como demuestra la poca solidez del equipo en muchos momentos de los partidos. El equipo seguirá echándole de menos en los próximos meses pero, como antes dije, esperemos que los nuevos dirigentes del club sepan cubrir su baja en el cercano mercado de invierno.