Han pasado cuatro meses desde que uno de los yacimientos con mayor valor histórico del municipio, el de Río Verde, sufriera un expolio artístico; es sin duda una de las joyas de la localidad, no en vano es un Bien de Interés Cultural (BIC) desde 2007. Sin embargo, 120 días después de que robaran las teselas que configuraban un mosaico de Medusa, este yacimiento sigue sin vigilancia, pese a que el Ayuntamiento anunciaba el pasado 13 de enero que agilizaría un Plan de Protección de los bienes culturales con cámaras de vigilancia. Incluso, la responsable de Cultura, Gema Midón, adelantaba que “la próxima semana ya podrían estar protegidos los tres yacimientos arqueológicos: la Basílica Paleocristiana Vega del Mar, las Termas Romanas y la Villa Romana de Río Verde”. Sin embargo esta vigilancia sigue sin estar, tal y como adelanta hoy el periódico ‘Diario Sur’ especificando que el Ayuntamiento sigue adelante con los planes para poner en marcha el sistema de cámaras.
El expolio histórico que sufrió este BIC supuso una importante pérdida para el municipio. Fue en 2013 cuando la Villa Romana volvió a lucir parte de esplendor del pasado tras unas actuaciones encaminadas a la recuperación del enclave.
Hasta ese momento, el yacimiento había permanecido cerrado, se prolongó durante décadas y que acabó con la apertura al público. Se dotó de protección para los mosaicos y se habilitó para que se pudiera visitar.
La Villa Romana de Río Verde, que fue descubierta en los años 60 por el arqueólogo y catedrático Carlos Posac y por Fernando Alcalá Marín, exdelegado local de Excavaciones Arqueológicas data del Siglo I, aun que no hay acuerdo en su datación definitiva porque hay quien la sitúa en el Siglo II. Pese a esto, todos coinciden en que es una de las joyas arqueológicas de la ciudad y de la provincia.