El Marbella FC vive en estos momentos la situación más inquietante de su historia tras la detención de Alexander Grinberg, su presidente y máximo accionista, en el transcurso de una operación contra la delincuencia rusa. Según las investigaciones, el club formaría parte de una organización criminal vinculada a la mafia rusa y Grinberg sería uno de sus líderes. Dicha organización podría haber blanqueado dinero de negocios ilícitos invirtiendo en empresas que pasaban dificultades económicas, entre ellas el Marbella FC. A todos los aficionados del equipo local nos ha sorprendido e impactado la noticia ya que Grinberg siempre se ha mostrado como una persona seria y competente. El mandatario ruso llegó al club a principios de 2013 para salvarlo de su más que segura desaparición y en su primera temporada completa el equipo logró el ascenso a Segunda División B. En estos años el club se ha modernizado y ha creado su propia cantera, uno de los mayores orgullos del presidente, logrando también su conversión en sociedad anónima deportiva. Grinberg ha dado muestras de una gran humanidad con su implicación en proyectos como la fundación del club y con su complicidad con la afición, de la cual doy fe personalmente; por eso nos ha sorprendido tanto que se le relacione con el tráfico de armas y la trata de personas.
Por otro lado, hay que respetar ante todo la presunción de inocencia del presidente Grinberg y esperar que se aclare la situación, algo prácticamente imposible en nuestro país. Las grandes cadenas de televisión han hecho conexiones desde las puertas de la sede del club en el Estadio Municipal siendo solamente uno de los dieciocho lugares registrados en la operación, lo cual ha dañado gravemente la imagen del club y de nuestra localidad en general. La incertidumbre en torno al club es máxima pero ahora es imprescindible apoyar al equipo, confiar en la inocencia del presidente y dejar trabajar a la justicia.
