Como cada año por estas fechas, la incertidumbre sobre el futuro del Marbella FC vuelve a preocupar a sus aficionados, que apenas tienen noticias acerca del proyecto deportivo de la próxima temporada. Además, la posible venta del club a nuevos inversores sigue en el aire aunque todo indica que la entidad seguirá en manos del presidente Grinberg una temporada más como mínimo. Mientras esperamos la llegada de noticias que aclaren el futuro más inmediato del club local, lo único seguro es la marcha irrevocable del director deportivo, con la consiguiente salida de Fernando Estévez, y también se ha confirmado la primera baja en el equipo que acaba de realizar la mejor temporada de la historia del actual primer club de la ciudad.
Y es que uno de los jugadores más queridos por la afición, el jerezano Sergio Narváez, vuelve a su tierra para ayudar al histórico Xerez CD, el equipo en el que empezó, a salir del pozo de la tercera división. El jugador se marcha tras cuatro magníficas temporadas en las que ha destacado por su calidad en el terreno de juego y su compromiso total con el club. En su última temporada, después de un año fuera de la entidad, no tuvo tanto protagonismo en el campo como en las tres primeras temporadas pero cumplió a la perfección cuando se contó con él y su experiencia fue muy importante para el vestuario.
Siempre será recordado como uno de los héroes del último ascenso a la división de bronce, un logro del que fue pieza clave. Su contribución también fue decisiva para el asentamiento del equipo en la nueva categoría durante las dos siguientes temporadas. Se ha integrado perfectamente en nuestra ciudad y la afición blanquilla le ha apoyado en todo momento. Personalmente, he podido comprobar su gran calidad humana, que es superior incluso a su enorme calidad como futbolista, y su impagable labor como capitán tanto en los buenos como en los malos momentos del equipo.