El Marbella FC y todos los demás equipos de la división de bronce tendrán en la temporada que se avecina dorsales personalizados para cada uno de sus jugadores como sucede en las dos categorías profesionales del fútbol español, una novedad con la que se pretende acortar las distancias entre la siempre olvidada Segunda B y las divisiones superiores que, como sabemos, cuentan con más medios para la promoción y la supervivencia de los clubes. Tan sólo es un detalle más para disminuir esas distancias y queda mucho por hacer aún en este sentido, pero los dorsales han sido bien recibidos tanto por los jugadores como, sobre todo, por los aficionados, que podrán adquirir las camisetas de sus ídolos de la categoría.
En realidad, ya se habían visto dorsales fijos en la división de bronce pero solamente por parte de algunos clubes, entre ellos el actual primer equipo de nuestra ciudad durante su anterior etapa en la categoría. Precisamente, jugando con dorsales personalizados el club local disputó su primer play-off de ascenso a la categoría de plata, aunque en lo económico la verdad es que no sirvieron de ninguna ayuda por la mala gestión de los sucesivos inversores que controlaban la entidad blanquilla a finales de la pasada década, un lastre que terminó finalmente con el descenso del equipo a Tercera División.
En nuestro país los dorsales con número y nombre para cada jugador se establecieron para Primera y Segunda División en la temporada 1995/1996 cuando el antiguo Atlético de Marbella se preparaba para disputar su cuarta y última campaña en la categoría de plata. Los aficionados locales que vivimos aquella época conservamos incluso camisetas con esos primeros dorsales fijos que, como ahora en Segunda B, llegaban hasta el número 22. Concretamente, guardo todavía una camiseta con el dorsal número tres, que correspondía al lateral izquierdo vasco Zigor Aranalde.