Marbella despide el mes de agosto con un balance preocupante: la N-340, en el tramo que conecta Puerto Banús con San Pedro Alcántara, ha registrado este verano los atascos más graves de los últimos años. La carretera nacional, que soporta a diario un volumen de tráfico muy por encima de su capacidad, se ha convertido en un auténtico embudo que colapsa la movilidad en plena Costa del Sol.
Los datos que manejan asociaciones vecinales, colectivos empresariales y el propio Ayuntamiento reflejan que nunca antes se habían vivido retenciones tan constantes y prolongadas, especialmente en las horas punta de entrada y salida hacia el núcleo urbano. “Este 2025 se recordará como el año en el que la movilidad en Marbella tocó fondo”, señalan desde el Consistorio.
La causa, según remarcan vecinos y expertos en infraestructuras, es clara: la falta de inversión del Gobierno central, que sigue sin acometer las obras urgentes para el desdoblamiento de la carretera ni liberar de una vez la autopista de peaje.
Mientras en otras comunidades se han liberado autopistas para descongestionar carreteras nacionales, en Marbella se mantiene un peaje que funciona como una barrera económica para miles de trabajadores y residentes. “El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha convertido la movilidad en Marbella en un problema crónico. Pagamos con tiempo, con calidad de vida y con pérdida de competitividad turística”, apuntan fuentes hoteleras.
El cierre de agosto pone en evidencia que no se trata de un episodio puntual de temporada alta, sino de un problema estructural que amenaza con empeorar. Sin medidas inmediatas —la gratuidad de la autopista y la construcción del tercer carril— Marbella seguirá atrapada en el caos circulatorio.
Desde el Ayuntamiento insisten en que el Gobierno debe dejar de dar la espalda al municipio y atender de manera urgente esta demanda histórica. “Agosto termina y lo hace con un balance inaceptable: el peor año de tráfico en la N-340, mientras el Ejecutivo central se mantiene de brazos cruzados”.
