Marbella vuelve a ser víctima de la falta de compromiso del Gobierno de España con las infraestructuras de la Costa del Sol. A día de hoy, los atascos en la A-7 ya son una situación insostenible: colas que se extienden hasta el túnel de Puerto Banús, retrasos interminables y un caos circulatorio que afecta no solo a Marbella, sino a todos los municipios del entorno.
En lugar de invertir en soluciones reales, como la liberación de la autopista o la construcción urgente de un tercer carril, el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha decidido instalar un nuevo radar en la zona. Una medida recaudatoria que no aporta absolutamente nada a la movilidad y que solo sirve para agravar el malestar de miles de conductores.
El Ayuntamiento de Marbella ha advertido reiteradamente de que la movilidad es ya un problema estructural que amenaza la calidad de vida de vecinos y visitantes, además de perjudicar seriamente al turismo y a la economía local. Sin embargo, el Gobierno central, con la complicidad de su diputada en Marbella, Isabel Pérez, sigue sin dar respuesta a las demandas históricas de esta ciudad.
“Marbella necesita inversiones, no castigos. Cada día soportamos colas que superan la hora para recorrer apenas unos kilómetros. La paciencia de los ciudadanos está al límite y, en lugar de soluciones, nos imponen más radares. Es la muestra clara de que el Gobierno de Pedro Sánchez ni escucha ni entiende la realidad de la Costa del Sol”, señalan desde el equipo de gobierno municipal.
Mientras el Ejecutivo central sigue dando la espalda, el Ayuntamiento de Marbella continúa trabajando con proyectos e inversiones para mejorar la movilidad dentro de la ciudad. Pero el gran cuello de botella en la A-7 solo se resolverá con la implicación del Estado. Y, a día de hoy, el mensaje que lanza el PSOE en Madrid y su diputada en Marbella, Isabel Pérez, es claro: no hay intención de liberar la autopista ni de acometer las obras que la Costa del Sol lleva décadas reclamando.
