Desde hoy, 1 de julio de 2020, la imagen de la Virgen del Carmen de Marbella luce en el Altar Mayor de la Iglesia de la Encarnación donde ha regresado tras ser objeto de una profunda y compleja restauración, algo que no se había acometido desde que se restaurase tras la Guerra Civil española, cuando se llevó a cabo el arreglo para su adecentamiento sin criterios restauradores y con el único objetivo de enmendar los importantes destrozos que había sufrido en los sucesos acaecidos entre el 31 y el 36.
B. Sánchez
Esto hizo que, esta imagen del siglo XVIII, hubiese llegado hasta nuestros días muy alterada a nivel estético, encontrándonos ante un icono transformado y desvirtuado por el paso del tiempo. Pero ahora, tras seis meses de minuciosos trabajos, la Patrona de Marbella vuelve a su templo para que puedan disfrutar de ella todos sus fieles.
De los trabajos de restauración se ha encargado el artista malagueño Francisco Naranjo Beltran, que ha buscado la recuperación de todo vestigio original que subyaciese bajo las sucesivas capas de repintes y la liberación de los añadidos volumétricos o los postizos inadecuados.
Tras diferentes estudios se constató la presencia de esos restos primitivos y se decidió recuperarlos sacando a la luz los estratos policromos originales escondidos bajo capas de pintura posteriores. Se han eliminado recreaciones de soporte perdido que se ajustaban poco al modelado que su creador quiso imprimirle para volver a reconstruir de forma más coherente. Se han reintegrado los aparejos perdidos y se ha devuelto el color en aquellas zonas donde estaba desgastado o desaparecido.
Otro de los aspectos novedosos que presenta la Virgen son las nuevas manos ya que se determinó que las que tenía se realizaron a la Santísima Virgen tras la destrucción de postguerra y no tenían ni la calidad suficiente ni la proporción adecuada, por lo que se consideró conveniente la ej ecución de unas nuevas que se ajustarán mas al canon y a la calidad de la pieza original, ejecutándose en madera de cedro policromadas al óleo al pulimento.
Finalmente, se ha realizado un nuevo sistema de sujeción para la imagen del Niño Jesús y se han repuesto las pestañas, ejecutándolas con pelo natural y con proporción y color que está en consonancia con la policromía. Esta intervención se ha llevado a cabo, en todo momento, siguiendo los criterios que en cuanto al campo de la restauración se establecen a nivel internacional, con materiales reversibles, estables e inocuos, y evitando falsificaciones y recreaciones.
