La concejala de Obras, Blanca Fernández, informó durante su balance de gestión de los dos años de Gobierno del tripartito de que el 80 por ciento de las obras menores fueron ejecutadas por empresas locales, siendo por tanto el 20 por ciento restante realizadas por ajenas al municipio. Las obras menores tienen la particularidad de poder otorgarse directamente a cualquier empresario con capacidad de obrar y que cuente con la habilitación profesional, tal y como prevé la Ley de Contratos del Sector Público. En el caso de las obras se considerarán como menores cuando su ejecución no supera los 50.000 euros.
La edil ha aplaudido que el 80 por ciento hayan sido ejecutadas por empresas locales señalando que “demuestra no solo nuestro compromiso con la mejora de nuestros barrios sino también con la creación de empleo en la ciudad”.
“Nuestro compromiso es con la mejora de las infraestructuras de la ciudad pero también con el empleo que sigue siendo una prioridad máxima”, ha indicado Blanca Fernández, quien ha añadido que en cuanto a obras mayores, “que tienen que salir a concurso público, también ha habido una importante presencia de empresas locales”.
Un ejemplo de esas obras menores que fueron asignadas ‘a dedo’ a empresas de fuera del municipio fue el caso que hace poco más de un año denunció el Partido Popular. Fue el concejal de la formación, Javier García, quien mostró las fotos de una actuación que se llevó a cabo en la Avenida Ricardo Soriano en la que se procedió a la retirada de unas islas ecológicas.
García apuntó que “en principio es un contrato menor que nosotros calculamos que su coste está en torno a 18.000 euros y que no tiene concurso público, que realmente se puede adjudicar a dedo sin ningún tipo de problema y lo lógico es contratar una empresa de Marbella”.
Una obra que realizó la misma empresa que se encargó de acometer la remodelación de la Avenida Nabeul, “la adjudicataria de la mayor obra que se está realizando en nuestra ciudad”, tal y como señaló García en aquel momento quien fue el mismo que apuntó que se trataba de “una empresa de Málaga”, en concreto, Guamar, a la que se adjudicó dicha obra por un importe de 1.328.912,44 euros en un concurso en el que, según señaló el propio Ayuntamiento en una nota de prensa, se presentaron un total de 21 de empresas.
Una adjudicación que llevó al PP a arremeter contra el alcalde de Marbella, José Bernal, señalando que estaba “faltando a un compromiso”.