Sufrida y merecida victoria del primer equipo del Trocadero Marbella, que le ha supuesto, volver a ganar después de muchos años, el máximo título del rugby andaluz. El Polideportivo Municipal del Puerto Santa María, fue el lugar elegido por la Federación Andaluza de Rugby (FAR) como campo neutral, para la disputa de la Final de la Liga AON de Primera División Andaluza. Muchos aficionados en las gradas, algo más del lado costasoleño, que además de fletar un autobús, hubo muchos aficionados que se acercaron en sus propios vehículos, a apoyar a los marbellíes. Hacia bastantes temporadas, que ambos equipos no coincidían en un terreno de juego (desde la partición en dos grupos, de las competiciones andaluzas) y era la primera vez, que se encontraban en una final senior. Los sevillanos, hasta la final, habían sido los dominadores de su grupo y en las eliminatorias previas disputadas. En cambio, los marbelleros han tenido una progresión “in crescendo”, que en la fase previa les mereció quedar segundos de grupo. Luego, si que dómino en las dos eliminatorias de cuartos y de semis, a C.A.R. de Sevilla y al C.R. Málaga. Con estos antecedentes, el equipo dirigido por Pablo Munilla, salió a por todas. En apenas veinte minutos, los marbellíes se ponían por delante, gracias a un ensayo del joven Sub19 Augusto Núñez y de dos golpes transformados por el “Kickman” del equipo, Andrés “Lana” Costa (0 a 11).
Redacción
Pero, a los pocos minutos, llego la jugada tonta del partido, que en una mala toma de decisión en propia 22, propicio que los sevillanos consiguieran disminuir la diferencia, con un ensayo transformado (7 a 11). No obstante, en esta primera mitad, solo hubo un dominador del encuentro y estos eran los jugadores del Trocadero Marbella. En los últimos diez minutos de la primera parte, esta superioridad tuvo su reflejo, con la consecución de un lejanísimo drop (patada a bote pronto), del Capitán Kike González, un “try” a cargo de Rodrigo Stüven y la consiguiente transformación de Andrés el “Lana”, para llegar al descanso con un cómodo 7 a 21. Aunque pudieron ser más, si se llega a dar validez un ensayo a Augusto, anulado por un más que riguroso pase adelantado. La segunda parte tuvo tan solo diez minutos de rugby, donde los dos equipos consiguieron sendos golpes de castigo convertidos (10 a 24). El resto de lo que quedaba de partido, fue un cumulo de despropósitos por ambas partes.
Con cada vez menos tiempo para remontar, los nervios afloraron en los sevillanos, que por ende se contagio a los marbellíes. Primero fue una tarjeta amarilla a los costasoleños, por reiteración en defensa ilegal, a escasos metros de su línea de ensayo. Con un hombre más, los de San Jerónimo no eran capaces de desbordar la denodada defensa marbellí. Cuando en un lance del juego, un jugador marbellí, disputando un balón, entro con el pie por delante. Que por el contrario, fue interpretado por un rival como una agresión y la repelió con un puñetazo en la cara al infractor. El árbitro tomo la decisión salomónica y los dos se fueron a la caseta, con tarjeta roja. Así pues, quedaban veinte minutos de juego y los marbelleros, se encontraban con dos menos en el campo, hasta que pudiera volver el expulsado temporal. En clara inferioridad, aun tuvieron oportunidades de haber machacado el resultado y el partido. Pero, estaba claro que tocaba sufrir hasta el final. Con igualdad numérica, tan solo tuvieron que contemporizar el ritmo del partido, proseguir con la numantina defensa y dejar pasar los minutos. Para facilitar las cosas, una nueva expulsión directa de un jugador sevillano (por una agresión en el suelo a un contrario), dejaba expedito el camino al primer equipo del Trocadero Marbella, para alcanzar merecidamente el título de Campeón. No habían todavía digerido el que habían alcanzado, algo que a principio de temporada parecía una quimera y el sentir general era unánime, este triunfo iba dedicado al gran ausente de esta final, Javier García de la Peña. El joven sub19 se lesionó en el partido de ida de semifinales y no pudo estar presente en la final.
