Él mismo lo anunciaba en el balance de gestión de los cien primeros días de gobierno. El alcalde, José Bernal, informaba de que el pleno ordinario de este mes se trasladaba desde su habitual escenario, en el salón de plenos del Consistorio, al rehabilitado edificio -por parte del anterior equipo de Gobierno- el Trapiche de Guadaiza. El inmueble es el símbolo máxime de San Pedro, muestra viva de la colonia agrícola que fue, un edificio que ha sido el elegido para que Bernal cediera hoy su asiento de presidente de la Corporación Municipal al teniente alcalde sampedreño, Rafael Piña, dejando constancia de quien es la cabeza visible y de gestión de San Pedro.
La cesión de la presidencia, en el primer punto del orden del día, no ha sido el único símbolo que hoy ponía de manifiesto la cada vez más latente autonomía de San Pedro, ya que la sesión plenaria también ha estado presidida por el escudo de dicho núcleo poblacional, situado a un lado de la fotografía del Rey Felipe VI.
Un símbolo acogido positivamente por Opción Sampedreña (OSP) teniendo en cuenta que hace unos días presumía través de sus redes sociales de haberse liberado de la obligación de poner el escudo de Marbella en los carteles de presentación de los eventos.
Así, el cambio de escenario deja constancia de que San Pedro, desde que pasara a ser una Tenencia de Alcaldía, tiene cada vez más autonomía, funcionando casi de forma independiente de Marbella.
