Muy atractivo. Así definía Luis Ángel Maté el recorrido de la próxima Vuelta a España en la presentación que tuvo lugar en Torremolinos , y en la que el ciclista marbellí ejerció como anfitrión ya que saldrá desde ‘su’ Marbella. “El trazado da posibilidades a muchos corredores de distinto tipo: escaladores, por supuesto, pero también sprinters o contrarrelojista. Y en la última semana hay muchas jornadas con opciones para aventureros. Estoy muy contento con este recorrido”, explica.
Redacción
Como buen andaluz, se muestra entusiasmado con la idea de que, igual que ocurriera en 2014, la Vuelta se desarrolle durante una semana completa en su tierra: “Torremolinos, y por tanto, Málaga también, es la capital mundial del ciclismo en este momento. Es un orgullo tener aquí a la Vuelta a España, y que vaya a salir desde Marbella más aún. Siempre he dicho que la Costa del Sol tiene unas posibilidades impresionantes para el ciclismo y el cicloturismo, y qué mejor escaparate que la Vuelta a España para mostrar nuestra tierra y que la gente pueda venir a verla y hacer deporte”, comenta el marbellí.
Además, valora que esta primera semana andaluza concentra más dureza que la del año pasado, que tan sólo albergó un final en alto en Cumbres Verdes. En esta ocasión serán hasta cuatro las llegadas cuesta arriba. El ‘Lince Andaluz’, que durante ocho días jugará en casa, sabe que no va a ser un camino de rosas: “La etapa de Capileira tiene puertos de paso que se pueden hacer duros. En el recorrido oficial dice que entra desde Órgiva. Van a ser 20 kilómetros de terreno siempre ascendente, aunque sea tendido. Y los últimos cuatro serán duros. También en Cazorla, que en el papel no se ve, pero la provincia de Jaén no tiene un metro llano y además hará calor. Mucho. Seguro que algún favorito cae en esos dos días. En el Caminito del Rey y en Vejer se harán las primeras diferencias, aunque serán pequeñas”, avisa.
Y el que avisa no es traidor. Como casi todo el mundo, Luis se mostró sorprendido con la etapa de Andorra, de la que asegura que es “muy difícil” hacer más desnivel en menos kilómetros. Sobre la longitud, asegura que no es lo más importante en una jornada de estas características: “Es cierto que son 140 kilómetros, pero es que es todo subir y bajar. Se va a ir por encima de las cinco horas, de hecho cerca de las seis, y eso ya es una carga física muy importante”. Así que, en este caso, más vale fiarse del perfil por inclinación que por kilómetros. “Va a ser un etapón, de las que se terminan recordando con el tiempo”, asegura.
Por último, sobre esa tercera semana sin ningún final en alto, Maté no se fía y espeta una frase lapidaria: “Nadie esperaba que la Vuelta 2012, con todo lo que había, se decidiera en Fuente Dé”. Motivo más que de sobra para no bajar la guardia en esas jornadas finales, y también para que los aventureros se lancen en busca de un triunfo de etapa: “Son jornadas con muchas posibilidades. La de la Sierra de Madrid con final en Cercedilla es durísima, pero al terminar abajo y con las fuerzas tan justas puede haber dos carreras: una por la etapa y otra por la Vuelta”.
Tanto le gusta el recorrido que no sabría decidirse por su etapa favorita: “Me gustan las etapas andaluzas, porque juego en casa y quiero hacer buen papel en ellas. También la de Murcia con las dos subidas a la Cresta del Gallo. Lo mismo que Castellón o Andorra. La Fuente del Chivo también, porque Cantabria me trae buenos recuerdos –ganó dos etapas en el extinto Circuito Montañés-, no sabría con cuál quedarme. Va a ser una carrera muy bonita”, concluye.
Maté acabó la Vuelta a España 2014 en el 19º lugar, el mejor de su trayectoria deportiva en carreras de tres semanas. De momento, el mes de agosto en el que verá el pistoletazo de salida en su casa, Marbella, queda aún muy lejos. El primer objetivo, terminar bien la pretemporada como hasta ahora. Y la próxima parada, la concentración de Oliva con el equipo Cofidis, a partir del próximo jueves, día 15.
