Carlos Vives, el rey de la cumbia, roba el corazón de Starlite en un concierto repleto de cariño del público

Starlite Catalana Occidente es un lugar especial donde cada noche es única e irrepetible. Las características de su envidiable enclave lo hacen especial y mágico de diferente forma según el artista que lo pisa. Así, para Carlos Vives la conexión siempre se produce porque Starlite Catalana Occidente lo traslada a su lugar de origen y le ayuda a dar lo mejor de su esencia. 
 
Los espectadores del festival boutique más importante de Europa asistieron a un concierto enérgico, divertido y movido, muy movido, donde el baile y la risa fueron una constante. Carlos Vives, una de las figuras más representativas de la música latina y creador de un nuevo sonido a partir de las músicas tradicionales de la costa Caribe y norte de Colombia, realizó un recorrido por sus temas más emblemáticos, aquellos que han marcado toda su carrera, sin dejar de lado los más recientes.  «Este lugar me recuerda mucho al lugar de donde vengo, del Caribe, que es un bosque seco tropical, una montaña muy alta que se entrega al mar y tiene este mismo espíritu… La luz de la tarde… Hay algo que me conecta maravillosamente y que para la música que hago es fantástico», confesaba Carlos Vives sobre el escenario de Starlite Catalana Occidente, a lo que añadía: «He grabado canciones con muchos de los artistas que ya han estado aquí, o que participan este año: Camilo, Juanes, Sebastián Yatra, Ricky Martin…»
 
Para arrancar el espectáculo, el colombiano eligió «Quiero verte sonreír» y lo consiguió de inmediato en todo el público. Y desde ahí, las canciones se fueron sucediendo con gran algarabía, todas ellas coreadas y bailadas sin descanso por los incondicionales de esa música que ha llevado a Vives a ganar en dos ocasiones el premio Grammy y 15 veces el Latin Grammy. 
 
El estudio, el conocimiento y la divulgación de la identidad colombiana en sus múltiples facetas y en su compleja diversidad ha sido siempre una constante en su carrera, de ahí que temas como «Fruta fresca», «Robarte un beso» o «Gota Fría» fueran de los más coreados de toda la noche en Starlite Catalana Occidente. 
 
Para finalizar el escogido repertorio, Carlos Vives se decantó por «Teke Teke« y «Cuando nos volvamos a encontrar» que dedicó a Valeria Mazza y a Alejandro Gravier: «Valeria dale un abrazo a Alejandro por favor, gracias por estar esta noche». También agradeció a Sandra García-Sanjuán e Ignacio Maluquer, fundadores y presidentes del festival, la oportunidad de volver a Starlite Catalana Occidente: «Gracias, Sandra e Ignacio, por esta oportunidad de regresar hoy, de esta manera y con tanto cariño. Mi corazón está en Starlite».
 
Ganador del Premio Ondas por su contribución a la música latinoamericana y el Premio de Oro por sus más de 25 años de carrera, entre otros galardones, Carlos Vives sigue subiéndose al escenario con la misma humildad y sinceridad que al inicio de su carrera. Aunque ha marcado generaciones enteras con su música, mantiene intacta la inocencia y las ganas de seguir investigando, aprendiendo, y esa fuerza se contagia con cada uno de sus estribillos. 
 
Entre los asistentes: la top model Valeria Mazza y su marido Alejandro Gravier, el actor Alejandro Nones y Begoña Trapote, y la mujer e hijos de Carlos Vives, que disfrutaron del concierto desde el palco presidencial junto a la pareja de empresarios Sandra García-Sanjuán e Ignacio Maluquer. También asistieron Gunilla Von Bismarck, Luis Miguel Rodríguez «el Chatarreo» y el torero Antonio Pavón.
 
Esa misma noche, el espacio Sessions fue testigo del gran directo de Fabbio, el artista revelación de la música urbana que ha regalado momentos mágicos con reconocidos temas como «Diablita remix«.
 
Starlite Universe presentaba esta misma tarde su próxima colección primavera-verano en la V edición de Marbella Fashion Show. Una selección de prendas y accesorios que reflejan una forma vivir al más puro estilo Starlite, que derrochaba actitud, alegría, brillo, rock y mucho glamour, junto a otras grandes firmas, como Ágatha Ruiz de la Prada.