La muestra se inaugura a las 19.00 horas. Un homenaje a los alimentos como objetos vivos, bellos y revolucionarios
El Centro Cultural Cortijo Miraflores albergará del desde hoy y hasta el próximo 22 de marzo la exposición fotográfica ‘Naturaleza viva’, de la artista gráfica Carmen Morón. La muestra, que se inaugurará el próximo lunes a las 19.00 horas, toma como protagonista de la obra objetos inanimados que suelen ser de materia orgánica combinada con utensilios del hogar. Desde pinturas funerarias de alimentos en Egipto o como decoración en los mosaicos en el imperio romano, hasta vistas en escenas bíblicas que llenan de carga simbólica las pinturas en el período medieval. En la Edad de Oro se crean las vanitas inspiradas en el `memento mori´, que celebran y nos recuerdan la mortalidad como parte del ciclo vital, subrayando la vanidad de los placeres y los bienes mundanos.
Es a través de los huecos hurgados en los cráneos que acompañan las frutas y flores, donde podemos mirar en profundidad y comprender nuestras similitudes, como seres también orgánicos, con los pétalos secos por el calor de la llama de una vela o la de nuestra propia piel con la cáscara de un limón que cuelga del borde del plato amenazando con destrozar la lúgubre armonía compuesta.
Cuando nos preguntamos, ¿cómo serían estos bodegones en el siglo XXI? ¿Cómo vemos nuestros alimentos? ¿Cómo se representarían? La respuesta es que estos bodegones se muestran como pequeñas ventanas cuadradas de una realidad perfecta, ingrávidas, repetitivas y estéticamente perfectas, muy parecidas a las imágenes que hoy publicamos y admiramos en las redes sociales.
Actualizar el bodegón clásico a los nuevos tiempos. Un homenaje a los alimentos, pero ya no como objetos desprovistos de vida o inanimados, sino transformando nuestra mirada hacia ellos como objetos vivos, bellos, revolucionarios, que pueden amplificar nuestras prácticas de alimentación conscientes. Elegimos cuidar la vida, ya que el alimento ingerido se transforma en energía; los desechos son aprovechados y así se retroalimentan otros ciclos de energía, fomentando entonces una naturaleza viva.
