Alba de Luca, cocinera malagueña, ha dejado atrás el estrés de los grandes restaurantes para emprender su propio camino en la Costa del Sol, con un obrador y restaurante especializado en pasta fresca artesanal. Desde su establecimiento en Nueva Andalucía, De Luca ha logrado conquistar tanto a locales como turistas, ofreciendo platos de pasta elaborados con ingredientes de calidad y a precios accesibles. Su enfoque ha dado un giro radical a la oferta gastronómica de la región, demostrando que la alta cocina italiana puede ser también accesible y auténtica.
La historia de Alba es un ejemplo de valentía y pasión por la cocina. Tras años de experiencia en algunos de los restaurantes más reconocidos del país, decidió dejar atrás la presión y la alta cocina para crear un espacio donde la pasta artesanal fuera la protagonista. Así nació De Luca, un pequeño obrador que ha sido capaz de crear una conexión especial con su comunidad y ofrecer un concepto gastronómico cercano, pero de una calidad impecable.
El proceso de hacer pasta fresca no es sencillo, y Alba lo sabe. Con una dedicación única, selecciona personalmente cada ingrediente. Utiliza harina de trigo 00, de la más alta calidad, y huevos frescos, lo que garantiza la excelencia en cada plato. En su menú, destacan variedades como raviolis, tagliatelle, y las clásicas lasañas, cada una con salsas que realzan los sabores de la pasta y se mantienen fieles a la tradición italiana.
Lo que diferencia a Alba y su restaurante De Luca es su enfoque directo con el cliente. Ella misma está involucrada en cada aspecto de su negocio, desde la preparación de la pasta hasta la atención al cliente. Esta cercanía ha creado una experiencia más personal y auténtica, alejándose del enfoque impersonal de otros restaurantes más grandes.
Además, la propuesta de precios de De Luca hace que sea una opción asequible en una ciudad como Marbella, conocida por sus ofertas gastronómicas de lujo. Con precios que rondan entre los 15 y 18 euros por plato, la gente puede disfrutar de una auténtica comida italiana sin tener que gastar una fortuna. Esto ha permitido a De Luca ganar un público fiel que aprecia la calidad y la experiencia sin sacrificar el precio.
Alba de Luca ha demostrado que es posible crear un restaurante de alta calidad, con productos frescos y un enfoque personal, sin perder la accesibilidad y el toque humano. Esta chef ha logrado transformar la presión de la cocina de alta gama en una oportunidad para ofrecer algo más auténtico y cercano, y en poco tiempo se ha ganado un lugar destacado en la escena gastronómica de Marbella.