El Ayuntamiento destina hasta 10 millones de euros para proteger el principal motor económico de la ciudad frente a la inacción estatal en materia de aportes de arena y control del alga invasora
El Ayuntamiento de Marbella ha dado un paso más en su firme compromiso por mantener las playas del municipio en óptimas condiciones, al aprobar un nuevo contrato de conservación y limpieza del litoral que supondrá una inversión de hasta 10 millones de euros en los próximos años. Este esfuerzo económico, asumido íntegramente por la administración local, busca garantizar la calidad, seguridad y atractivo del litoral marbellí, a pesar del abandono institucional por parte del Gobierno central.
Actualmente en licitación pública en la Plataforma de Contratación del Estado, el nuevo contrato contempla una inversión inicial de 7,2 millones de euros para tres años, con posibilidad de prórroga de dos años adicionales. De este modo, se refuerza y amplía un servicio esencial que ha demostrado ser vital no solo para el disfrute de residentes y visitantes, sino también para la sostenibilidad del principal motor económico de Marbella: el turismo.
Más inversión, más servicios y más compromiso
“El anterior contrato ya había llegado a su fin, y desde el Ayuntamiento hemos apostado por más inversión, más servicios y más herramientas para afrontar los nuevos retos que afectan a nuestras playas”, han señalado fuentes municipales, que destacan especialmente la incorporación al contrato de tareas específicas de limpieza, incluyendo la retirada de algas invasoras, camas de cañas arrastradas por los temporales y la limpieza de zonas verdes, juegos infantiles y la reserva ecológica de las dunas y el Monumento Natural de Artola.
A todo ello se suma la limpieza diaria de aseos, módulos de socorrismo, duchas, papeleras, pasarelas y torres de vigilancia, así como el montaje y desmontaje de todo el mobiliario urbano vinculado a la temporada de playas. El nuevo pliego exige además a las empresas contar con medios materiales suficientes para actuar de forma inmediata ante situaciones de emergencia, como temporales o acumulaciones masivas de residuos.
Frente al abandono del Estado, Marbella responde
Pese a que las competencias en materia de regeneración y protección del litoral recaen en el Gobierno de España, lo cierto es que el Ejecutivo de Pedro Sánchez no ha realizado aportaciones extraordinarias de arena, ni ha destinado partidas específicas para combatir la proliferación del alga invasora Rugulopteryx okamurae, que este año ha llegado con más fuerza tras los temporales.
Desde el Ayuntamiento se subraya que la administración local está supliendo con fondos propios lo que debería ser asumido por el Estado, en una clara muestra de compromiso con el entorno natural y el tejido económico del municipio. “Es el Ayuntamiento quien actúa, quien limpia, quien regenera, quien instala los servicios y quien responde con rapidez cada vez que hay un temporal”, recuerdan desde el área de Medio Ambiente.
Daños recientes: pérdidas del 20% de arena en algunas playas
Las consecuencias de los últimos temporales han vuelto a poner en evidencia la urgencia de una intervención estatal estructural. Solo en los últimos días, playas como La Fontanilla han perdido más de 10.000 metros cúbicos de arena, generando escalones que dificultan el acceso y provocando daños en pasarelas y equipamientos. En Nueva Andalucía, La Venus, El Cable, La Víbora, Cabopino y Las Adelfas, se han registrado pérdidas masivas de arena y acumulación de algas.
Estas situaciones requieren intervenciones de gran envergadura, que escapan a las competencias municipales y que, sin embargo, siguen sin respuesta por parte del Gobierno central, a pesar de las reiteradas peticiones del Ayuntamiento de Marbella, del Parlamento andaluz y de los propios sectores turísticos y empresariales.
Turismo y empleo: las playas como fuente de riqueza
Marbella sabe que el buen estado de sus playas no es solo una cuestión estética o medioambiental. Se trata de un elemento esencial para atraer turismo, generar ingresos y crear empleo. Cada metro cuadrado de arena bien cuidado repercute directamente en la economía local, en la hostelería, en el comercio, en el sector náutico y en la imagen internacional de la ciudad.
Por ello, el Ayuntamiento ha hecho del litoral una prioridad política y presupuestaria, con una inversión sostenida y planificada que ha permitido que muchas de sus playas luzcan distintivos como la Bandera Azul o la Q de Calidad Turística, a pesar de la falta de colaboración del Gobierno.
