La Fiscalía Anticorrupción en Málaga ha solicitado dos años y medio de prisión y una multa de 22,8 millones de euros para la mujer del actor escocés Sean Connery, a la que acusa, inicialmente, como cooperadora de un delito contra la Hacienda Pública por defraudación del Impuesto de Sociedades. El ministerio público cree que la acusada cooperó en la comisión de un delito fiscal en las supuestas irregularidades que se investigan en torno a su antigua casa de Marbella, según la información publicada este viernes por el diario ‘El País’. Así, pide que se abra juicio oral respecto a ella. La acusación pública sostiene que la mujer de Connery «se prestó» a colaborar con los principales imputados del caso ‘Goldfinger’ -que serán juzgados en enero- para formalizar «negocios jurídicos ficticios» que permitieron «ocultar» a la Agencia Tributaria las ganancias obtenidas en la venta de una promoción de apartamentos de lujo, según el rotativo.
Este procedimiento se inició por la querella de Anticorrupción, tras un informe del Tribunal de Cuentas sobre el Consistorio. Inicialmente, se investigaban los convenios suscritos por el Ayuntamiento con las sociedades Malibú S.A. -propietaria del chalé de los Connery- y By the Sea, sobre los que se sustentó la promoción inmobiliaria de 72 viviendas, denominada Malibú.
Posteriormente, tras varios informes relacionados con el blanqueo y de la Agencia Tributaria, la investigación se amplió a las operaciones financieras realizadas sobre la promoción a través de un entramado societario en las que supuestamente habría intervenido un despacho de abogados de la localidad, que había representado los intereses económicos del matrimonio en Marbella.
El juez instructor abrió juicio oral contra 17 personas, entre ellas el exalcalde marbellí Julián Muñoz, el exasesor Juan Antonio Roca -ambos condenados en el caso ‘Malaya’-, dos letrados de dicho despacho, cinco exconcejales, un empresario y varios asesores fiscales y profesionales financieros, a los que Anticorrupción ya acusó y cuyo juicio está previsto para el próximo mes de enero.
Paralelamente, hizo una pieza separada respecto del matrimonio Connery, a lo que se les tomó declaración como imputados a través de un comisión rogatoria con Bahamas. En esa comparecencia, la mujer del actor dijo que su marido no tenía cargo y jamás intervino en los asuntos de la sociedad investigada desde que en los años 80 le transmitió las acciones de Malibú.
Finalmente, en febrero de 2014, el juzgado acordó el archivo de la causa respecto al actor, al entender que «no aparece ni una sola intervención que pueda conducir a mantener su imputación», y en el mismo auto decidió continuar la tramitación respecto de la esposa, señalando, de manera indiciaria, a una participación en los hechos que podría ser constitutiva de delito.