El pasado lunes tuvo lugar la reunión trimestral del Consejo de Participación Ciudadana, un órgano que tiene como fin canalizar las iniciativas e inquietudes ciudadanas, sin embargo, y a pesar de su nombre, a la citada reunión no se les permitió asistir a un grupo de vecinos de Divina Pastora que pidieron, según explicaron algunos de los presentes a Marbella Directo, participar como oyentes. Tampoco pudieron entrar en el cónclave vecinal una asociación motera y otra de golf que también acudieron debido a que uno de los temas a tratar por la Federación de Asociaciones y Vecinos de Marbella era los problemas que habían tenido en sus sedes tras las lluvias torrenciales del pasado invierno.
Según señalan las citadas fuentes, el grupo de vecinos de Divina Pastora acudió con la Asociación de Vecinos del barrio marbellí, que acababan de concluir una reunión en la que hablaron sobre las polémicas islas ecológicas que el Ayuntamiento quiere instalar en la puerta de la parroquia del barrio y tras la misma se dispusieron a asistir al Consejo de Participación Ciudadana ya que otros de los puntos también a tratar por la Federación era el de la instalación de este punto de recogida de residuos.
En torno a unos diez vecinos fueron los que se quedaron sin poder escuchar cuales eran las respuestas que los representantes políticos allí presentes, entre los que figuraba Blanca Fernández, edil de Obras, daban a sus quejas.
Al parecer, y según señalan dichos testigos, desde el Consistorio se adujo que en la última reunión que había tenido lugar habían tenido problemas con algún asistente, lo que les habría llevado a la determinación de restringir esa entrada. Otro de los argumentos esgrimidos fue que de haber tenido conocimiento del interés de los vecinos en asistir habrían avisado a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para que hubiese estado presente un policía para ejercer las correspondientes funciones de vigilancia, según señalaron las citadas fuentes, quienes explicaron que en esos momentos el único responsable era el trabajador que se encontraba en el puesto de recepción sobre quien recaería la responsabilidad, motivo por el cual las asociaciones pertenecientes al Consejo no quisieron forzar la participación de los vecinos de Divina Pastora y de las asociaciones que se habrían quedado sin representación.
Actualmente, el Reglamento Municipal de Participación Ciudadana no recoge el carácter secreto o público de las reuniones de este ente, aunque sí contempla entre sus funciones la de fomentar la participación directa de la ciudadanía y sus entidades con el Ayuntamiento, estableciendo, a este efecto, los mecanismos necesarios de información, impulso y seguimiento de sus actividades; así como, entre las funciones de la Presidencia –ostentada por Miguel Díaz, concejal del área-, fomentar la participación ciudadana.
De hecho, pese al silencio guardado por la norma local respecto a la posibilidad de asistentes, según apuntaron miembros del Consejo en otras ocasiones ha dependido la decisión del Presidente del órgano, de hecho, señalan las fuentes, ha habido precedentes durante la época del Partido Popular en la que se permitió la entrada, autorizándolo Baldomero León, máximo responsable del área durante la anterior Legislatura e incluso, apuntan, en otras ocasiones se ha permitido la participación de terceros ajenos al órgano cuando lo ha solicitado alguno de sus miembros. Así, desde la Federación han apuntado que lo que ha faltado ha sido “voluntad”.
SIN RESPUESTA A LA PETICIÓN DE REUNIÓN
En la misma línea, el pasado jueves los vecinos de la asociación de Divina Pastora registraron una petición en el Ayuntamiento para poder mantener una reunión con la responsable de Obras con el fin de buscar una solución a las discrepancias surgidas en torno a la ubicación de las islas ecológicas, solicitud que sigue a la espera de una respuesta por parte del Consistorio según han confirmado.
Desde el colectivo siguen creyendo posible llegar a un acuerdo para el cambio de ubicación pese a que desde el Ayuntamiento se ha insistido en reiteradas ocasiones de que se trata de una decisión técnica inamovible, motivo por el que continúan a la espera y confían en que dicha reunión llegue a producirse.
