Fuentes consultadas por Marbella Directo han confirmado que la dirección del Puerto Deportivo de Marbella ha activado un proceso de reorganización para ordenar el uso de los amarres destinados a embarcaciones de alquiler turístico (lista 6ª), impulsando una licitación pública abierta que permitirá adjudicar los espacios portuarios conforme a criterios objetivos y transparentes.
Con esta medida, el Puerto da un paso importante hacia la regularización de una actividad que hasta ahora no contaba con un procedimiento específico de control o facturación, lo que había generado cierto desequilibrio en el uso de las instalaciones. La adjudicación mediante concurso permitirá garantizar la igualdad de condiciones entre todos los operadores, contribuyendo al mantenimiento sostenible del recinto portuario.
Una deuda superior a los 45.000 euros
Según la documentación a la que ha tenido acceso este medio, las embarcaciones que han venido ejerciendo la actividad de chárter sin formalización administrativa acumulan una deuda superior a los 45.000 euros, correspondiente a más de una veintena de amarres. Estas embarcaciones, adscritas a la lista sexta, no estaban regularizadas como negocios de alquiler turístico, lo que dificultaba su control económico y operativo por parte de la dirección portuaria.
La decisión de sacar los amarres a licitación busca, precisamente, dotar de seguridad jurídica y coherencia al uso del espacio público portuario, de forma que todos los operadores contribuyan de forma justa y proporcionada al sostenimiento de unas instalaciones que tienen un alto coste de mantenimiento.
Protestas sin alegaciones previas
En los últimos días, un grupo de personas ha protagonizado una protesta frente a las oficinas del Puerto, mostrando su disconformidad con el nuevo modelo de adjudicación. No obstante, este medio ha podido confirmar que ninguno de los manifestantes presentó alegaciones durante el proceso de exposición pública, ni concurrió al concurso convocado, lo que pone de manifiesto que su exclusión ha sido consecuencia de una decisión propia y no de una restricción impuesta.
Desde el entorno del Puerto se defiende que la licitación ha sido pública, transparente y conforme a la legalidad, y que ofrecía una oportunidad igualitaria a todos los interesados en optar a un amarre para chárter. De haber participado, habrían tenido las mismas opciones que cualquier otro operador.
Ordenación de la actividad y seguridad jurídica
Con esta medida, el Puerto Deportivo de Marbella refuerza su estrategia de ordenación del espacio portuario y de profesionalización de los servicios, avanzando en un modelo de gestión más eficiente y coherente con la realidad actual del sector náutico.
Las fuentes consultadas insisten en que la decisión no busca excluir a nadie, sino garantizar que el uso de infraestructuras públicas responda a principios de equidad, transparencia y sostenibilidad. La regulación de los chárteres por esta vía permitirá mejorar la planificación, el control y el mantenimiento del recinto, generando beneficios para el conjunto de los usuarios y para la ciudadanía.