Partidazo del primer equipo del Trocadero Marbella, que a punto estuvo de dar la sorpresa, ante el segundo clasificado y uno de los claros aspirantes, al ascenso a la máxima categoría del rugby nacional, el C.R.C Pozuelo.
El partido estuvo precedido por la polémica, de la decisión de cambiar de escenario, ante el mal estado del terreno de juego del «Bahia’s Park», tras las lluvias caídas en los últimos días. Una constante, cada vez que llueve con cierta intensidad y que deja en claro, la precariedad de las Instalaciones del club marbellí. El único del municipio, que en estos momentos tiene un equipo en categoría nacional, que no sólo tiene luchar deportivamente, sino también con el lastre del tema del IBI (tras más de un año y sin una solución a la vista), a lo que sumar la falta de inversiones en unas instalaciones obsoletas y a todas luces insuficientes, para el numero de equipos (19, entre seniors y cantera) y horas de uso, que tiene. En contraposición, vemos como en una ciudad con una población tres veces menor, con un club de rugby (con solo un equipo), tiene una instalación modélica, con un césped artificial de última generación.
Pero, en lo estrictamente deportivo, el equipo dirigido por Salva Almeida, estuvo a la altura de las circunstancias y demostró, que puede luchar de tú a tú, con los mejores. El inicio, con el saque de centro a favor, indicó claramente que los marbellíes iban a ser unas meras comparsas, ante uno de los equipos mas en forma del grupo C, de la División de Honor B. A los dos minutos y en la primer incursión en veintidós contraria, Lupi Rinero conseguía los primeros puntos, con la conversión de un golpe de castigo (3 – 0). Prosiguió el dominio y la posesión del oval, por parte de los «locales», que en una buena jugada de muchas fases, concluyo con el empuje de un maul dinámico y el posado de Antonio Fernández «Antorcha», con la posterior transformación de «Lupi» (10 – 0). Los visitantes, en su primera incursión en campo contrario, consiguieron premio y lograban tres puntos, a los veinte minutos (10 – 3). Seguidamente y en apenas dos minutos, los marbellíes conseguían una nueva conversión y volver a los diez puntos de ventaja (13 – 3). Poco después, otra conversión de un golpe de castigo, colocaba el marcador en un sorprendente 16 a 3. Pasada la media hora, en pleno dominio de juego y posesión del oval, los costasoleños vieron como se quedaban en inferioridad numérica, por la expulsión temporal de Rinero. Pero, en nada pareció afectar al juego de los costasoleños, que poco antes del descanso, conseguían un nuevo ensayo, a cargo del internacional gibraltareño, «Chuqui» Cruz. Con lo que se llego al entretiempo, con ventaja de los marbelleros por 21 a 6.
En la reanudación, prosiguió el buen juego y dominio del partido, de los marbellíes. Fruto de ello, llego un tercer ensayo, por parte Rinero (sin transformar), que se había reincorporado poco antes y de alguna manera, compensaba su expulsión temporal. Habían transcurrido dos tercios del tiempo y los locales tenian un marcador a favor, de 26 a 6. Pero, enfrente y no en vano, estaba uno de los favoritos al ascenso. El primer ensayo visitante llego en el minuto 52, por medio de su imponente pilar sudafricano, Marzuq Maarman y transformado por su apertura neozelandés, Manawanui Williams (26 – 13). A pesar de ello, los marbelleros no se descompusieron y siguieron atacando, sin resultados positivos. Y sobre todo, con una tenaz defensa, que les privaba de balones al contrario. Pero, a poco más de diez minutos, los locales volvieron a verse en inferioridad numérica, por la expulsión de Stefano Tucconi, por un placaje al limite, aunque no fuera de lugar. Esta circunstancia marcaría el devenir del resto partido y por supuesto, la actuación del apertura neozelandés de los visitantes, que el solito se encargó la remontada de su equipo. Primero, con una transformación del ensayo de su segunda línea, Cantarero, que colocaba un inquietante 26 a 20. Pero, a continuación y sendas jugadas personales, Williams conseguía dos ensayos consecutivos y una transformación, para hacer efectiva la remontada (26 -32). Con apenas dos minutos, los marbellíes intentaron el ensayo que les diera la victoria. Pero, los nervios, la presión, el cansancio y claro esta, la defensa contraria, fue un todo, infranqueable. Con lo que se llegó al final y con el sabor agridulce por la derrota. Aunque se consiguió un punto bonus defensivo, que a bien poco sabe, cuando tan cerca estuvieron de la victoria. No obstante, hay que felicitar a todo el equipo. Pues, han demostrado en las últimas jornadas, que son un verdadero equipo y se merecerían estar en posiciones más altas de la tabla. Mención especial, al mas de centenar de aficionados, que se desplazaron al Rincón de la Victoria, para animar al equipo, en este «exilio» puntual.