Antonio Tapia, el nuevo director de la cantera del Málaga CF, visitó hace unos días nuestra localidad para reunirse con el director deportivo del Marbella FC, Jorge Rodríguez de Cózar, y abrir así nuevas vías de colaboración entre los dos clubes de fútbol más importantes de la provincia. La cooperación entre ambas entidades era deseada desde hace mucho tiempo pero nunca había llegado a materializarse a pesar de la buena relación que mantienen en los últimos años. El club malaguista además cuenta con un equipo filial, el Atlético Malagueño, en Tercera División, una categoría que se le queda pequeña a sus jóvenes promesas como demuestran los espectaculares números y resultados que está obteniendo el equipo en el grupo noveno a pesar de la presencia de conjuntos potentes como el Real Jaén o el Linares Deportivo.
Para estas jóvenes promesas de calidad contrastada sería muy importante jugar en una categoría superior y más en un grupo tan competitivo como es el grupo cuarto de la división de bronce. El filial malaguista lleva muchos años intentando el ascenso pero la suerte no le ha acompañado y por ello el Marbella FC sería un destino ideal para muchos de sus jugadores. Y a su vez, la entidad local podría aprovechar esta situación para reforzar su plantilla a través de cesiones sin aumentar en nada la inversión en fichajes.
Personalmente, nunca he entendido la poca colaboración que ha existido entre los clubes a lo largo de tantos años llegando incluso la entidad malaguista a perjudicar la marcha deportiva del equipo local como ocurrió en la temporada 2006/2007. Y es que en aquella campaña los blanquillos tenían una gran plantilla que estaba rindiendo a un espectacular nivel hasta que el club malaguista decidió fichar tras las primeras diez jornadas a Juan Ramón López Muñiz, el entrenador que dirigía a aquel excelente equipo, y negociar las futuras contrataciones de Apoño y Raúl Gaitán para la siguiente temporada.
