La formación ha hecho públicas en rueda de prensa las alegaciones que ha presentado a la adaptación del PGOU de 1986 a la LOUA y ha advertido de que estas modificaciones pueden condenar a la ciudad de Marbella a repetir las anulaciones de sus normas urbanísticas como ocurrió con el PGOU de 2010, tumbado por el Tribunal Supremo en 2015. “El urbanismo en Marbella puede estar condenado nuevamente a la anulación como consecuencia de los cambios introducidos por PP y OSP sobre todo en virtud a la modificación del Texto Refundido, documento base en todo el proceso de adaptación a la LOUA” ha señalado el concejal portavoz de IU, Miguel Díaz, “podíamos estar ante la repetición de lo que ha ocurrido con el PGOU de 2010, y todo ello por el empecinamiento de PP y OSP por defender determinados intereses particulares, por no dar exposición, publicidad y transparencia y, fundamentalmente, por no incluir la totalidad del término municipal en las clasificaciones de los suelos”.
Para Díaz resulta “preocupante que aún sigamos a vueltas con las lindes y que en esta adaptación no se recojan los límites de todo el término municipal de Marbella, introduciendo en la misma los terrenos que tanta polémica han suscitado con Benahavís”.
El portavoz de la formación ha subrayado que “faltan en esta adaptación garantías para la protección de los espacios ambientales, para la protección del patrimonio cultural y también para una aspiración de la ciudadanía de Marbella como es la recuperación de espacios libres para disfrute de los vecinos y vecinas”.
Según Díaz esta adaptación no ofrece a Marbella un “urbanismo real, útil y práctico que defienda en todo momento el interés general sobre cualquier otro y podría estar viciada desde su inicio como una antesala de nulidad, el PP y OSP manipulan la realidad y esto nos puede llevar a la anulación”.
El concejal portavoz ha recordado que la anulación del PGOU de 2010 se produjo “por el empeño del PP de legalizar toda las viviendas irregulares de los años de la especulación del gilismo, planteamiento al que Izquierda Unida siempre se ha puesto frontalmente y postura que luego ratificó el Tribunal Supremo, sentenciando que no se podía elaborar un plan general con ese objetivo e hipotecar así el futuro de la ciudad”.
“La adaptación contiene importantes imprecisiones que hay que ajustar para evitar para que al final no nos encontremos con un documento ingobernable que no consiga el objetivo que debería plantear, un desarrollo racional, sostenible y con el interés general de los vecinos, vecinas y visitantes por encima de otros intereses particulares”, ha advertido Díaz.
