No es nuevo que una de las principales ramas del turismo en Marbella, como fuente de economía, es la hostelería y la restauración. Los establecimientos de este sector se tornan esenciales en la creación de empleo en la ciudad, sobre todo de cara al próximo mes con el inicio de la temporada turística que se extiende hasta después del verano. Pese a ello, los puestos de trabajo que este colectivo crea cada año pueden verse amenazados y disminuir incluso en casi medio centenar de empleos, si finalmente el Ayuntamiento acepta la petición de la plataforma ‘La plaza es nuestra’ que solicita que los restaurantes, cafeterías y bares de la céntrica Plaza de los Naranjos no vuelvan a ocupar con sus mesas la zona central de la misma. De momento esta zona no ha vuelto a ocuparse desde que se renovara su enchinado hace una meses, un hecho que afecta directamente a once establecimientos hosteleros de esta plaza. Son muchos puestos de empleo los que se perderían, teniendo en cuenta que los establecimientos hosteleros de la misma suelen duplicar la plantilla en los meses de temporada alta para afrontar las maratonianos jornadas que arrancan con el desayuno y finalizan de madrugada. Esta situación preocupa, una inquietud a la que se suma el perjuicio económico que está provocando la limitación de colocar mesas y sillas, un hecho que se extiende desde hace más de cinco meses con la propia remodelación del enchinado, tal y como explica Francisco López, propietario de la cafetería ‘Los Naranjos’ y que se va a convertir en la voz de los hosteleros de la plaza en la reunión que mantendrán el jueves con el Ayuntamiento y en la que también participarán colectivos vecinales y comerciales.
El objetivo es tomar una decisión con respecto a la regulación y uso de la plaza. “Previsiblemente se van a perder alrededor de 44 empleos si continúa esta situación. Considero que a la plaza hay que darle un uso, y creo que a la de Los Naranjos, el uso que hay que darle es el de turístico”, destacaba López a Marbella Directo, ya que además recuerda que este segmento es el principal motor económico de Marbella, donde la mayoría son visitantes extranjeros de países comunitarios que vienen a disfrutar del clima del municipio. “Escandinavos, británicos, vienen a nuestra ciudad a disfrutar de nuestro clima, la imagen de un turista sentado en la Plaza de los Naranjos, mientras degusta un tentempié es recurrente en la memoria de todos”. Ayer precisamente, un cliente preguntaba a un camarero de uno de los restaurantes de esta zona si ya no se puede comer en la plaza, “¿han quitado las mesas?”, se cuestionaba el turista. Y es que para los que visitan Marbella, la imagen de la plaza con mesas y sillas se torna en algo habitual, no en vano empezó hace cuatro décadas, en 1967, tal y como recuerda López.
Por ello, el propietario de la cafetería ‘Los Naranjos’ confía en que en el encuentro de este jueves se llegue a un acuerdo que “beneficie a todos”, ya que la limitación de instalar mesas y sillas en la plaza, no sólo afecta a los bares, restaurantes y cafeterías de la plaza, también perjudicará a los comercios de la zona. “Habrá menos turistas y eso mermará en la clientela de las tiendas del Casco Antiguo”.
Es más, él mismo presentará una propuesta que ha elaborado, y a la que se han adherido nueve de los once establecimientos hosteleros afectados, que contempla que se instale una fila de mesas en las zonas norte y sur del centro de la plaza dejando libres unos tres metros, donde se encuentra el pavimento renovado. Esta será la iniciativa que le trasladen al Consistorio en la reunión, de la que esperan “una solución justa y adecuada”, ya que un centenar de familias viven de la actividad que se genera en la Plaza de los Naranjos.
Hay que recordar que la plataforma ‘La plaza es nuestra’ quiere hacer extensiva su reivindicación a otras calles del Casco Antiguo, que considera el colectivo que también se han visto invadidas por las mesas de restaurantes, como la Plaza Altamirano o la calle Virgen de los Dolores.