Finalmente, aunque la carrera se disputará, la contrarreloj prevista en Marbella no puntuará de forma individual, por lo que la etapa local no servirá de cara a la consecución del maillot rojo. Un albero más que deficiente era el objeto de las criticas de numerosos corredores, entre ellos, uno de los claros favoritos Chris Froome, que mostraba en la tarde de ayer su sorpresa al comprobar como se encontraba el recorrido de la etapa marbellí. Según señaló el diario Sur, la delegación municipal de Obras contó con un listado de actuaciones que serían necesarias para que pudiese desarrollarse con normalidad la etapa prólogo de La Vuelta en la localidad. En este sentido se hacía necesaria ensanchar la pasarela en Playa Esmeralda y reforzar la escollera.
La edil del ramo, Blanca Fernández señaló además otros “retoques” dirigidos a eliminar barreras, como era en caso de los escalones existentes en el trazado que han sido habilitados como rampas de “leve” inclinación. “Todo ello se completará con intervenciones que son propias de esta temporada de verano y que aún no estaban acometidas, como limpieza o pintura”, asegura la edil.
Unas intervenciones que parecen haber pasado por alto el estado que presenta el albero del trazado de la etapa. Ello ha supuesto que finalmente el Jurado Técnico, tras haber recibido las «inquietudes de equipos y corredores» y después de un reconocimiento del recorrido con el director técnico de la prueba, Fernando Escartín, y tras obtener el acuerdo de la UCI haya decidido que la etapa se desarrolle sobre el recorrido previsto, pero que los tiempos registrados «serán contabilizados para la clasificación por equipos y no para la clasificación general individual».
A principios de enero la propia UCI certificó el trazado de la etapa y dio el visto bueno al mismo, inspección que no se ha tenido el mismo resultado tras comprobar in situ el estado que presentaba el terreno, motivo por el cual, se posicionaron a favor de los corredores que se mostraron preocupados por la seguridad del terreno.
