Luis Ángel Maté corrió una de las pruebas más difíciles de su carrera tras la pérdida de su amigo Michele Scarponi. El marbellí, que acusó el cansancio tras pasar una mala noche, entró 99º a 7:40? de un Alejandro Valverde histórico, que conquistó su cuarta Liège-Bastogne-Liège. Maté explicó en meta lo dura que fue la jornada: “Hoy fue un día muy difícil. Como podéis imaginar, tuve a Michele todo el día en la cabeza. Pasé una noche muy mala, casi sin dormir y en una carrera tan dura lo acabé pagando. A pesar de todo, el equipo hizo una carrera estupenda: por delante con Rossetto y Pérez y por detrás todos con Simon. Ahora iré a Italia para arropar a la familia de Michele en estos momentos tan complicados”. El Cofidis fue protagonista en la 103ª edición de la Liège-Bastogne-Liège. El conjunto francés colocó a dos de sus hombres, Rossetto y Pérez, en una escapada que puso en jaque al pelotón hasta los kilómetros finales. Además, los dos compañeros de Maté fueron los últimos en ser neutralizados por el gran grupo a menos de 10 kilómetros para la llegada. Para ser más concretos, Stéphane Rossetto, último corredor en ser cazado, estuvo 240 kilómetros en cabeza de carrera.
La fuga llegó a contar con más de 13 minutos de ventaja con respecto a un pelotón que rodó bastante calmado. El gran grupo se dejó los deberes para el final. A 19 kilómetros para la llegada, el campeón colombiano Sergio Henao (Team Sky) protagonizó el primer movimiento serio y neutralizó a gran parte de la escapada. En ese momento, tras realizar un buen trabajo de colocación para Julien Simon, Maté se abrió.
A partir de ahí se sucedieron los ataques: Wellens (Lotto-Soudal) y Formolo (Cannondale-Drapac) intentaron buscar la victoria en solitario pero el grupo de los favoritos se lo impidió. Al final, Daniel Martin arrancó primero pero Valverde reaccionó rápido y se impuso al irlandés en Ans.
Tras esta prueba, Maté empezará mañana una concentración en Sierra Nevada para preparar el Tour de California 2017.