El Club Oficial de Investigaciones Subacuáticas y el Club Náutico de Marbella celebran 45 años de devoción bajo el agua en la Torre del Cable
Marbella ha vivido este 12 de julio uno de sus actos más singulares y emotivos con la tradicional extracción de la Virgen del Carmen submarina, una imagen que descansa durante todo el año en el fondo marino frente a la emblemática Torre del Cable y que, como cada verano, es traída a la superficie por los miembros del Club Oficial de Investigaciones Subacuáticas (COIS), en colaboración con el Club Náutico de Marbella.
Este simbólico acto, que cumple ya 45 años ininterrumpidos, forma parte del alma marinera de Marbella y se ha consolidado como uno de los momentos más esperados por buceadores, cofrades y vecinos. La imagen de la Virgen del Carmen, sumergida a varios metros de profundidad, es cuidadosamente rescatada por los submarinistas del COIS en una intervención que combina técnica, emoción y profunda devoción.
“Cada año sentimos lo mismo: orgullo y respeto. No es solo una inmersión, es un homenaje a nuestra patrona del mar y a todos los que han hecho de Marbella un referente náutico y marino”, señala uno de los veteranos del COIS, implicado desde los inicios de esta tradición que comenzó en los años 80.
Tras su salida del agua, la Virgen es recibida con aplausos y flores por decenas de personas en la orilla, que acuden a la playa del Cable para acompañar este instante mágico, donde el mar y la fe se funden en una estampa única. En tierra, miembros del Club Náutico, familiares y fieles completan el homenaje con cantos, oraciones y ofrendas.
Desde el Ayuntamiento de Marbella se ha valorado el papel imprescindible de los colectivos implicados en mantener viva esta tradición durante más de cuatro décadas, con especial mención al COIS, un referente del buceo responsable y el compromiso con el patrimonio subacuático local.
Este acto, que no es procesión pero sí profundamente espiritual, demuestra que en Marbella la devoción a la Virgen del Carmen no entiende de superficie: también se honra en las profundidades del mar.
