Victoria un tanto agridulce, que por otro lado, muy necesaria para las aspiraciones del equipo marbellí y que con muchas bajas, ha sido capaz de remontar y conseguir el punto bonus. Muchas bajas, especialmente en la línea de tres cuartos, en la que para más infortunio, a los 18 minutos se quedó sin Tino Tamargo por un fuerte golpe en el tobillo, que esperamos no sea grave. De este modo, se veía, que más de un jugador estaba fuera de su posición habitual (Por necesidad). Sólo se pudo convocar a 21 de los 23 jugadores posibles en el acta, y esto se traducía en muchas imprecisiones en los últimos pases y en tomas de decisiones erróneas. Unas circunstancias, que fue la tónica, durante buena parte de la primera mitad y muy a pesar, del dominio en delantera que tenían los visitantes, no se traducía luego en el traslación de los backs. En esa medía hora de dominio, sólo se pudo lograr un ensayo, a cargo de Manu Paniagua y transformado por Lupi. Por contra, los locales se vinieron arriba, intuyendo el bajón de su rival, consiguiendo un ensayo transformado y la conversión de un nuevo penal. Al término del primer tiempo, en el marcador campaba un escueto 13 a 7, para los granadinos.
En el entretiempo tuvo que haber, más que una arenga, para enderezar un partido, que no se les podía escapar a los costasoleños. A los cuatro minutos de la reanudación, un ensayo de castigo después de una melé, puso por delante a los visitantes (13 – 14). Los marbelleros cerraron el balón y comenzaron a machacar por delantera, tanto en las fases estáticas y en el juego cerrado. Y seguidamente, el capitán marbellí Nacho Molina, lograba un nuevo ensayo, que también transformó Rinero (13 – 21).
Estaban los marbelleros en sus mejores minutos y se tradujo en un nuevo ensayo, como no, de otro delantero. En esta ocasión, fue Mateu Argudo, que un alarde de «técnica futbolística», fue capaz de hacerse con un balón suelto y lograr la cuarta marca para su equipo y el punto bonus ofensivo (13 – 28).
Se llegó a los últimos diez minutos y volvieron a surgir fallos e indisciplinas vanas. En el 70, un jugador de cada bando se fue al «sin bin», por enzarzarse en un rife rafe, que dejo a sus equipos con uno menos, para el resto del partido. Los locales aprovecharon esos minutos de desconcierto de los marbellíes, para anotar su segundo ensayo (20 – 28). Pero, nuevamente Nacho Molina, anotó un ensayo transformado por Lupi, tras una jugada ensayada en un saque de banda. Con el tiempo cumplido y quince puntos de ventaja en el marcador (20 – 35), tan sólo había que recibir el saque de centro y lanzar fuera el oval. Incomprensiblemente y hasta en tres ocasiones, no fueron capaces de sacar fuera el balón, dando la oportunidad a los locales de contraatacar y seguir en la pugna, por conseguir el ensayo. Y claro, tanto va el cántaro a la fuente, que finalmente consiguieron su propósito. Una marca que en nada podía cambiar el signo del partido. Pero, que maquilló el resultado y deslució un tanto, una victoria, que por otra parte, con un resultado mas ajustado, hubiera podido peligrar, como así ocurrió contra Cáceres y Almería.
En resumen, victoria al fin y al cabo, con muchas cosas que mejorar, de cara a los tres dificilísimos encuentros que restan. Que da un plus de moral y que permite al equipo, ascender a la sexta posición, con 52 puntos (igualando los puntos logrados la pasada temporada, con una victoria menos y con tres partidos todavía por jugar), y a tan solo seis del cuarto, Arquitectura con 58.
