Una renovación necesaria

El Marbella FC pretende garantizar la estabilidad de su proyecto deportivo con la continuación de Fernando Estévez como entrenador independientemente del resultado final de la temporada. En enero ya se habló de la necesidad de renovarle por su gran trabajo al frente del equipo y su continuidad se convirtió en el objetivo prioritario de la dirección deportiva del club pero entonces no se daban las circunstancias óptimas para sentarse a negociar con el técnico granadino. La intención de las dos partes era seguir unidas pero la decisión se aplazó por la estancia en prisión del presidente Grinberg, una situación que sembraba dudas sobre el futuro de la entidad.

Tres meses después, el equipo blanquillo ha mejorado enormemente su rendimiento a pesar de las lesiones y se ha consolidado en los puestos que dan derecho a luchar por el ascenso tras catorce jornadas invicto. Y en lo institucional, el club ha recuperado la normalidad con el regreso de su presidente a expensas de que se resuelva satisfactoriamente su situación judicial. Ahora mismo, por tanto, parece mucho más factible la renovación del entrenador aunque, como buen profesional, esté centrado en el ilusionante final de la temporada. El equipo no está obligado a subir de categoría este año pero el proyecto deportivo del club necesita tener por fin continuidad en el tiempo.

Y es que desde su regreso a la división de bronce hace cuatro años se han sucedido siete entrenadores en el banquillo de la entidad local y las plantillas tampoco han tenido continuidad con cambios prácticamente completos cada verano. La experiencia demuestra que la estabilidad deportiva es una garantía de éxito ya que permite crear un bloque sólido y conjuntado que crece en su rendimiento año tras año, algo que en la historia del actual club sólo se consiguió con dos entrenadores: José Luis Burgueña y Adrián Cervera.